Esta noche el mundo del flamenco tiene una cita ineludible, se trata de la actuación de José Galván, acompañado por varios artistas, en La Caja Negra. El bailaor no se sube a un escenario desde 2009 cuando participó en varios festivales de Francia, en el de Jerez y en Cajasol. Después de esta comparecencia no volverá a pisar tablas hasta el 30 de septiembre en el Teatro de la Maestranza donde, bajo la dirección artística de Manuela Carrasco, participará en la gala de clausura de la Bienal de Flamenco.
José trabajó junto a Juanita Reina, Lola Flores, Estrellita Castro o Antonio Ruiz Soler. Desde 1989 imparte clases en Japón, EEUU, Alemania, Francia, Italia yPortugal, entre otros países. En uno de sus últimos ensayos, preparando su actuación de hoy, el artista tuvo a bien hacer una pausa para atendernos amablemente y contarnos qué nos tiene preparado y algunas de sus vivencias y experiencias en el mundo del flamenco.
¿Cómo ha evolucionado el baile flamenco desde que ganó el concurso ‘Escucha a tus vecinos’ siendo usted un niño, hasta nuestros días?
–El flamenco ha cambiado radicalmente. No sólo el baile, ha cambiado todo, el toque, el cante, las coreografías, hasta la publicidad. Pienso que se ha perdido la esencia de la improvisación y la inspiración en favor de la técnica.
¿Por qué abandona su carrera artística y monta una academia?
–Yo hacía pareja artística con mi mujer, Eugenia de los Reyes Bermúdez, pero a partir de 1977, cuando empezaron a llegar nuestros hijos, ella decidió dedicarse exclusivamente a su cuidado y educación y yo entonces monté la academia, que todavía sigue activa. Así conseguimos estar más cerca de ellos en su infancia.
Háblenos de su trabajo junto a Juanita Reina
–La experiencia con esa señora fue muy emotiva, nunca había trabajado con ella y me cautivó. Su arte en escena, su elegancia en el vestir, en el andar, en todo. Era un espectáculo verla bajar una escalera, su vocalización era perfecta. En el plano artístico era una privilegiada y en el personal no se quedaba atrás, era una señora con mayúsculas.
¿A qué profesionales destacaría de sus muchos alumnos?
–Algunos de mis mejores alumnos han sido Carmen Vargas, Juan Fernández, Juana Amaya, Hiniesta Cortés, Juan de los Reyes, Rafael Campallo, Manuel Betanzos, Susana Casas, entre otros y por supuesto mis tres hijos, Israel, José Antonio y Pastora, que es la más flamenca de todos.
Háblenos de sus experiencias en Japón
–Japón ha sido y es muy importante para mí, fui por primera vez en 1988 y no he parado de ir desde entonces, viajo dos o tres veces al año y tengo muy buenas alumnas, alguna de las cuales son ya primeras figuras del flamenco en el país del sol naciente. Me impactó mucho la primera vez que llegué el hecho de que ya me conocían todos los que de alguna forma estaban ligados al flamenco, fue una grata sorpresa.
¿Qué significó el estreno de ‘La Metamorfosis’ en el flamenco?
–Esa obra de mi hijo Israel propició que muchos jóvenes se dieran cuenta de que en el flamenco se puede innovar y crear nuevas cosas de alta calidad. Abrió puertas. En el plano personal, esa obra cambió y consagró a Israel Galván como bailaor.
¿Qué nos ofrecerá en su actuación de La Caja Negra?
–Ofreceré un espectáculo en donde presentare a la bailaora Tatiana, la Chabuca al cante y baile, la bailaora japonesaYumi Yamada. También estarán en el escenario Iván Jiménez, Cristina Guerrero, David Fernández, Álvaro y mi hijo José Antonio.
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