Fernando Mendoza, premio nacional por su restauración de la iglesia del Salvador; José García-Tapial, antiguo arquitecto municipal, y José María Cabeza, exconservador del Real Alcázar y director, entre más de 350 obras, de la restauración de la Giralda, exigen en una alegación presentada ante la Gerencia de Urbanismo la retirada del estudio de viabilidad presentado por la empresa privada Feria de Sevilla para la construcción en el entorno de la Torre de la Plata de lo que Zoido ha denominado ‘Museo de las Tradiciones de Sevilla’, por “ser incompleto documentalmente, de legalidad dudosa, contrario al planeamiento vigente, no tratarse de un auténtico equipamiento, inviable técnicamente, por provocar daños irreversibles al patrimonio monumental, afectando además a la coherencia y respeto de un entorno histórico y con un canon de ocupación inaceptable”.
En un escrito demoledor, tres de los mayores expertos en la arquitectura de nuestra ciudad afirman que el proyecto incumple esencialmente el planeamiento urbanístico de Sevilla al pretender gestionar como privado un suelo destinado a equipamiento público y para otros fines muy distintos, lo cual obligaría a modificar el Plan Especial de la Casa de la Moneda.
Entienden que donde se produce el mayor incumplimiento del Plan Especial e, incluso, del PGOU es en la propia concepción del supuesto Museo de las Tradiciones que, dicen, “difícilmente puede considerarse ni como equipamiento, ni como público.”. Y añaden: “Simplemente por dedicar unas estancias a salas expositivas no puede suponer que todo el edificio pueda calificarse como Museo y que sea ya considerado como equipamiento. Por ejemplo, la cafetería y la tienda, ambas con fachada y acceso por la calle Santander, no están ligadas ni funcional ni espacialmente con las salas expositivas, ni dan servicio a los visitantes que han de salir a la calle para usarlas, sino planteadas como normales locales comerciales externos. El espacio fundamental del edificio propuesto, el que da sentido a toda la operación porque además supone el mayor capítulo de los ingresos económicos previstos, es el llamado “espacio gastronómico” al que, significativamente se identifica, física y nominalmente como “caseta de feria”.
Por tanto, para García-Tapial, Mendoza y Cabeza, “bajo una excusa supuestamente cultural se pretende, sobre un suelo público destinado a cubrir las carencias de equipos urbanos, construir lo que conocemos como “tablao flamenco” o “sala rociera”. Las salas expositivas -añaden- sólo sirven para poner en situación al visitante para las actuaciones que luego va a presenciar. Por eso cuando, en el estudio económico de la propuesta, menciona a los posibles competidores comerciales cita, en primer lugar, los “tablaos” del Arenal, Los Gallos o el Palacio Andaluz”.
COMPETENCIA DESLEAL
Y se preguntan: “¿Podemos considerar esta actividad como equipamiento? ¿Si los “tablaos” que hemos citado añadieran unas salas expositivas, podrían considerarse como equipamientos?¿Fiscalmente también?¿Debe propiciar el Ayuntamiento sobre su propio suelo esta competencia desigual con otros empresarios?. A escasos metros, en el Paseo del Marqués del Contadero -continúan-, está el Ayuntamiento terminando un Centro de Atención al Visitante que coincide con muchos de los contenidos de esta propuesta, pero desde un enfoque decididamente público. ¿Para qué destinar este suelo municipal a un uso ya cubierto en las inmediaciones, estando la ciudad tan falta de otros servicios? ¿No sería preferible, por ejemplo, albergar aquí los servicios municipales que hoy, desafortunadamente, ocupan la propia Torre de la Plata, el Horno y otros espacios singulares de la propia Casa de la Moneda?”.
Los tres expertos en la arquitectura hispalense denuncian, además, que la solución arquitectónica propuesta para el Museo de las Tradiciones es inadecuada para el entorno de la Casa de la Moneda, al romper su estética tradicional: “Quizás intentando subrayar formalmente la importancia que la actividad de “caseta de feria” tiene para el programa de este supuesto “museo de las tradiciones” -aseveran- la fachada se ha rematado con una serie de frontones triangulares alineados que dan la imagen exterior de media docena de casetas feriales adosadas, tras las que asoman otras cinco casetas más de mayor altura. Por supuesto -añaden-, la cubierta unitaria predominante históricamente ha sido sustituida por más de una docena de pequeñas e injustificadas minicubiertas a dos aguas, que ofrece más el aspecto de una villa turística que de una ciudad Patrimonio de la Humanidad.
DAÑOS IRREVERSIBLES
García-Tapial, Mendoza y Cabeza se escandalizan por el hecho de que con esta propuesta de Museo de las Tradiciones avalada por la Gerencia de Urbanismo se pretenda también producir daños irreversibles al patrimonio histórico de la ciudad al pretender demoler dos paños de la antigua muralla islámica que unía el Alcázar con la Torre de la Plata y de cuya existencia a lo largo de 50 metros han dado cuenta campañas de excavaciones financiadas por la propia Gerencia, así como destruir una pileta del siglo XVII y que el resto de la muralla quede abducida en el interior de la cafetería proyectada.
Los tres especialistas denuncian la confusión que introduce la Gerencia al presentar esta mera propuesta como un Anteproyecto, que en todo caso debe ser sometido a licitación pública; que el expediente está incompleto al no haber estudios e informes sobre tres apartados (faltan, por ejemplo, el estudio de impacto ambiental y el de seguridad y salud en la obra), y que se trata de obtener, de forma dudosamente legal, tres concesiones, sobre una parcela edificable ( 1.121 m2) destinada a equipamiento público; una parcela destinada a espacio libre (978,69 m2) , y el subsuelo (éste, para parking con 72 plazas).
UNA GANGA ECONÓMICA
Por ello, y después de otras muchas consideraciones, el canon que la empresa privada Feria de Sevilla S. L. pretende pagar por todas estas concesiones en el entorno del Patrimonio de la Humanidad de Sevilla, 80.000 euros al año, les parecen manifiestamente insuficientes a la luz del cuadro de tasas municipales actualmente vigente y de la propuesta que ha hecho Mercadona a Adif para explotar durante 40 años la parcela circular de Plaza de Armas y estiman que debería ascender al menos a 400.000 euros anuales.
García-Tapial, Mendoza y Cabeza alertan al Ayuntamiento de que estos suelos fueron expropiados a sus antiguos propietarios (entre ellos, los del Garaje Torre del Oro) para equipamientos y usos públicos de los vecinos del Casco Antiguo y que de cambiarse esta finalidad con este tablao encubierto aquéllos podrían pedir la reversión de los terrenos.