Todos los días camino por el parque María Luisa. Hoy lunes me sorprendió encontrar barridos los principales senderos. Algún invitado vendrá, pensé. Después de bordear el parque a paso ligero encontré un enjambre de periodistas. Me acerqué: ¿está convocada una conferencia de prensa? Si, viene el alcalde me respondió una joven periodista, como todas, con sueldo precario.
Continuamente desde hace tiempo, la prensa comenta sobre el vandalismo y el deterioro de esta joya verde de Sevilla. Una equivalente, en manos de cualquier ciudad europea estaría resplandeciente, limpia, con la vegetación bien cuidada, con renovado albero en los senderos, con bordillos en todos los arriates, prados y bosques, con las papeleras en su sitio, con las fuentes y surtidores funcionando y aseados, con el mobiliario pintado, con farolas e iluminación adecuadas, con el acceso a la plaza España sin olor a caballo, con los servicios higiénicos de pago para los turistas, reparados, con suficiente y renovada señalización.
Y pensar que esta joya urbana verde solamente es la mayor de una corona de esmeraldas que están junto a ella: El Prado, Los Jardines de Murillo y los Jardines del Alcázar. Ya quisiera un alcalde de otra ciudad europea, disponer de esta joya verde como extensión del centro, o sea de una centralidad verde que en el futuro podría continuar por los Gordales y terminar en Tablada.
Seguramente nuestro alcalde después de esta visita activará su oferta electoral, sobre esta pieza fundamental de la ciudad, con motivo de la visita de los calificados expertos que se reunirán en la Plaza España en septiembre para hablar sobre la Arquitectura Contemporánea en Sevilla.