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Los dos bebés congelados en Pilas murieron asfixiados

Los dos bebés congelados que fueron localizados en noviembre pasado en una vivienda de Pilas (Sevilla) habían nacido tras un embarazo a término y murieron por asfixia mecánica, según han informado hoy los forenses que hicieron las autopsias

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Los dos bebés congelados que fueron localizados en noviembre pasado en una vivienda de Pilas (Sevilla) habían nacido tras un embarazo a término y murieron por asfixia mecánica, según han informado hoy los forenses que hicieron las autopsias.

Fuentes del caso han informado a Efe de que los forenses han declarado por videoconferencia entre el Instituto de Medicina Legal de Sevilla y el juzgado de la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor que instruye el caso y han asegurado que en el caso del primero de los bebés existe un 90 % de certeza de que la muerte fue por asfixia por sumersión en agua.

Este aspecto coincide con la declaración de la madre, Sara L.H., de que dio a luz cuando estaba en la bañera y que creyó que el bebé nació muerto porque no respiraba ni se movía.

El segundo bebé, que estaba más deteriorado, nació vivo y murió también por asfixia pero no se puede determinar con certeza el mecanismo de la muerte, han añadido las citadas fuentes, aunque los forenses se han inclinado también por la asfixia por sumersión en agua.

El deterioro del cuerpo no se debió necesariamente a que hubiese nacido antes sino a diversas causas como que el congelador quedase sin suministro eléctrico, han precisado las fuentes.

Se trataba de dos varones que nacieron al término de un embarazo normal de unas 40 semanas de duración.

Los cuerpos fueron hallados el 9 y 27 de noviembre de 2012 en sendos congeladores de una vivienda de Pilas y desde entonces cumple prisión incondicional por estos hechos la madre de los bebés, Sara L.H., de 34 años.

La madre declaró al juez que sólo recuerda el parto de uno de ellos, ocurrido el 25 de junio del 2011, que fue muy rápido, se produjo en la bañera a la segunda o tercera contracción y mientras sus otros dos hijos, de 11 y 14 años, habían salido a jugar a la calle.

Sara aseguró al juez que el bebé nació muerto porque "no respiraba, no lloraba ni se movía" y lo congeló porque "le parecía mal tirarlo a un contenedor" y "le costaba desprenderse de él y no quería olvidarlo", según las fuentes.

A poco de ingresar en la cárcel, la madre dio a luz el 30 de noviembre de 2012 a su quinto hijo, una niña cuya tutela fue otorgada al padre, que fue quien descubrió los cadáveres, al igual que la de los otros dos hijos de la pareja.

Teniendo en cuenta el espacio de tiempo entre los dos últimos embarazos, los investigadores cree que el segundo bebé hallado nació antes que el del 25 de junio de 2011.

El informe pericial también recoge que los cuerpos no tenían sustancias tóxicas.

Una vez ratificado el peritaje, el juez instructor incoará ahora contra Sara un procedimiento ante tribunal del jurado, encargado de enjuiciar este tipo de delitos, en un caso en el que la Fiscalía imputará previsiblemente a la procesada dos delitos de asesinato, con una pena aparejada de entre 15 y 20 años de cárcel por cada uno, han precisado las citadas fuentes.

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