Una encuesta realizada por el Colegio de Médicos de Sevilla sobre el proyecto promovido por la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, para fusionar la gestión de los centros hospitalarios Virgen del Rocío y Virgen Macarena, refleja que el 58 por ciento de los profesionales sondeados teme que la operación empeore la asistencia global a los pacientes, mientras el 80 por ciento de los encuestados no habría podido participar en el desarrollo del proyecto y el 53 por ciento no habría tenido "ninguna" información.
En rueda de prensa, el representante de Médicos de Atención Hospitalaria de la junta directiva del Colegio de Médicos de Sevilla, el doctor Carlos Ortiz Leyva, ha desgranado los detalles de esta encuesta elaborada en junio de 2014 entre aproximadamente 300 médicos colegiados, independientemente de cuál fuese su centro de trabajo, porque el colegio señala que la operación puede afectar, de un modo u otro, incluso a médicos que trabajan fuera de estos centros hospitalarios.
La encuesta, entre otros aspectos, pone de manifiesto que el 53 por ciento de los médicos encuestados no habría tenido "ninguna" información de su director de Unidad de Gestión sobre la repercusión de la fusión en su servicio o sección, mientras el 31 por ciento ha recibido "escasa" información, un nueve por ciento ve "suficiente" la información proporcionada y un cinco por ciento la ve incluso "detallada", siempre según este sondeo recogido por Europa Press.
En cuanto a la participación, el 80 por ciento de los médicos encuestados manifiesta que "en ningún momento" le fue solicitada su participación para el proyecto de fusión de áreas hospitalarias, mientras un 13 por ciento admite que fue consultado para "aspectos parciales" y un cuatro por ciento "para todo el proceso". Sobre los efectos concretos de la fusión, el 46 por ciento de los médicos sondeados opina que empeorará la lista de espera, mientras un 32 por ciento cree que seguirá igual, un 12 por ciento cree que mejorará y el resto no sabe o no contesta, un porcentaje este último que el doctor Ortiz Leyva conecta con "la falta de información del proceso".
CONSECUENCIAS EN LA ASISTENCIA
Del mismo modo, el 58 por ciento de los encuestados opina que la fusión empeorará la asistencia global a los pacientes, mientras el 15 por ciento cree que este indicativo seguirá igual, otro 15 por ciento augura mejoras y un 12 por ciento no sabe o no contesta. Sobre el servicio propio donde trabaja cada uno de los encuestados, un 51 por ciento teme un empeoramiento de su servicio, el 31 por ciento opina que seguirá igual, un seis por ciento augura una mejora y un 12 por ciento no sabe o no contesta, cosechando unos porcentajes prácticamente iguales la pregunta relativa a la mejora o empeoramiento de la actividad profesional de cada uno de los encuestados, porque de nuevo el 51 por ciento cree que empeorará su actividad profesional.
Por lo que se refiere a los costes inmediatos, un 33 por ciento de los encuestados teme un incremento del gasto hospitalario, un 38 por ciento cree que seguirá igual, un 15 por ciento vaticina un ahorro y un 14 por ciento no sabe o no contesta, toda vez que el 45 por ciento de los médicos sondeados teme cambios en su estatus profesional y retributivo como consecuencia de la fusión y un 19 por ciento no sabe o no contesta.
Con estos porcentajes sobre la mesa, las conclusiones del Colegio de Médicos son que los médicos tienen una "clara postura crítica frente a la fusión", extremo conectado a la "ausencia rotunda de información institucional y la imposibilidad de haber podido participar en el proyecto", toda vez que "existe una opinión mayoritaria y de desconfianza sobre que la fusión vaya a mejorar la asistencia sanitaria".