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Andalucía

La banca exige a IC que apruebe otra vez el rescate de Abengoa

Los acreedores clave (Santander, Caixabank y Bankia) quieren blindar así el pacto de reestructuración ante la pugna familiar en Inversión Corporativa

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  • felipe y javier benjumea -
  • Javier y Rafael Benjumea, hermano y sobrino del expresidente Felipe, obligan a IC a convocar junta

La pugna a cara de perro entre los accionistas de Inversión Corporativa (IC), la empresa de cinco ramas familiares andaluzas que aún controla la mayoría de Abengoa, es la mayor incertidumbre que pende sobre el acuerdo de rescate financiero pactado por la empresa y sus acreedores para evitar ir a concurso.

Por eso, al igual que ya ocurrió en marzo cuando la banca acreedora obligó a IC a aprobar también el acuerdo de prórroga de la situación preconcursal de Abengoa durante siete meses más, ahora también han exigido los acreedores bancarios que IC apruebe el pacto de reestructuración. Y garantice así su voto afirmativo al mismo en la posterior junta de accionistas de Abengoa prevista para mediados de noviembre.

Motivos

La junta de accionistas extraordinaria de IC, en cualquier caso, se ha convocado para el 26 de octubre no sólo por la exigencia de los bancos sino por la de Javier y Rafael Benjumea, hermano y sobrino del expresidente de Abengoa y presidente de IC, Felipe Benjumea. Este último firmó como presidente de IC, hace días y ante las insistentes llamadas que recibió desde Abengoa, ese pacto de reestructuración financiera. Pero se encontró con la sorpresa de un dictamen legal solicitado por Javier y Rafael Benjumea en el que se explicaba que una decisión así no puede aprobarse sólo con la firma del presidente de IC sino por la junta de accionistas. Y de ahí la convocatoria del 26.

Javier y Rafael Benjumea son los representantes clave del sector crítico existente en IC y que agrupa también a miembros de otras ramas (algunos Sundheim, algunos Solís Martínez-Campos). Agrupan alrededor del 45% de los votos y ambos son consejeros en IC tras la agitada junta celebrada a final de 2015 en la que se decidió que Javier sería cesado como consejero de Abengoa en representación de IC. Algo que se materializó en junio pasado, dejando a la familia Benjumea sin presencia en el consejo de Abengoa por primera vez desde su creación en 1941.

Javier y Felipe se han distanciado enormemente por la manera en que este último ha gestionado tanto el preconcurso de Abengoa como el de la propia IC. Y los bancos saben que estos críticos se oponen, desde marzo pasado, a los términos en los que IC seguirá en Abengoa, términos que negoció Felipe Benjumea con los acreedores. Pese al rechazo que Benjumea provocaba en esos mismos acreedores, motivo por el que los críticos le reprochan no haber dado papel alguno a otros representantes de IC en esa negociación, como a Javier o Rafael, con mejor consideración cara a esos acreedores.

Los dos motivos clave que rechazan los críticos de la negociación realizada por Felipe es que IC no tendrá representantes en el consejo y mantendrá menos del 3% del capital, hasta podría ser el 1,25% en función de cómo se establezca el canje de las acciones actuales por las nuevas que se emitan una vez se amplíe capital en Abengoa para dar entrada a los nuevos accionistas. Los disidentes creen que se podían haber negociado mejores condiciones.

Por eso la banca quiere llegar a la junta extraordinaria de Abengoa con el flanco clave del voto de IC asegurado en favor del pacto de reestructuración. Los críticos saben que si el 26 logran que IC lo rechace, la única salida sería que Abengoa fuera a concurso. Y nadie quiere arrogarse una responsabilidad así, por lo que lo más probable es que IC dé el sí a ese pacto.

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