El Fanzine TeVeo enciende la Navidad sevillana y anuncia la presentación de su entrega nº 13. La cita jueves 21 de diciembre a partir de las 21h en la Taberna Ánima, c/ Miguel Cid, 80.
Rafael Iglesias, alma mater de este proyecto conversó con Viva Sevilla.
Una nueva entrega, y van trece. ¿Hágame una breve radiografía de la publicación?
Somos un fanzine intensamente satírico, que intenta despertar conciencias sin mensajes de odio o violencia, sólo incentivando sentido común y sentido del humor al prójimo, riéndonos primero de nosotros, por supuesto. La caridad bien entendida empieza por uno mismo. Cuando seamos mayores nos gustaría ser como nuestros referentes, los compañeros de Charlie Hebdo. De tirada humilde pero muy extendido geográficamente, el TeVeo llega a Catalunya, Madrid, Valencia y hasta a Heuskal Herria, donde residen nuestros primos lejanos del TMEO. En Sevilla, su difusión se centra en la Alameda de Hércules y su perímetro urbano y se puede adquirir siempre en una muy conocida y reputada librería de la popular calle Feria.
¿Cuál la filosofía de TeVeo?
El llamado cómix (es decir, el cómic alternativo o "underground") no es sólo cultura. No es una mera disciplina gráfica o un lenguaje de comunicación específico. Es mucho más. Es una forma de vivir, por expresarlo de forma coloquial. Es una actitud vital de espíritu crítico, como puede ser el rock'nd roll. Tal vez por ello ambos, cómix y rock, son coincidentes de forma reiterada. Vasos comunicantes, como un chupito de un trago fuerte tras el que sigue una cerveza bien fría.
¿Cuáles son las claves de la relativa longevidad de esta publicación, que muchos daban por muerta incluso antes de nacer?
Nuestra responsabilidad es exclusivamente con nuestros fieles lectores y nuestros anunciantes, por la confianza depositada y por su valioso apoyo económico, número tras número. A nadie más debemos. Nada, absolutamente. Tampoco tenemos nada. Nuestra fortaleza se basa, paradójicamente, en la precariedad. Como no tenemos tampoco nada, nada podemos perder. Cada nuevo número del TeVeo es poco menos que un milagro. Un auténtico acto de fe. Podríamos decir que somos auténticos "supervivientes". Tomando esa palabra en su sentido de hipervivencia, por la intensidad, y también en su lectura de carencia. Siempre en la cuerda floja. Esta asumido, plena y alegremente. No hay dramatismo alguno, somos unos disfrutones. Es el gustoso precio que pagamos por nuestra total libertad de expresión.
Y en esta entrega, ¿qué?
Ponemos a la Navidad contemporánea, como derivación religiosa pervertida, en el foco crítico que nos caracteriza. Desgraciadamente, una celebración de primigenia base humanista y familiar se ha degradado a una pura y dura mercantilización de la fe, donde lo imperante es un consumismo convulso y desmadrado, con el mensaje visualizado, como si un alumbrado navideño se tratara, que reza: "Consuma. Sea Feliz". A nuestro humilde entender no todo vale para activar la economía local, la tradición y el turismo. De buen seguro los mercaderes del templo ríen, sabiendo que en estas fechas harán su agosto.
¿Qué le pide a sus Majestades?
Ya que lo dices. Podemos pedir a los Reyes...La República. La aparición inminente de otro TeVeo, cada presentación es una fiesta con actos performativos verídicamente comprometidos con causas sociales o solidarias. Y que nos dejen trabajar en paz, hemos superado presiones de todo tipo, hasta policiales, con investigación seria por una portada que aludía a la monarquía. Asunto que El Jueves no pudo solventar, una de sus ediciones fue confiscada por algo muy parecido.