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Sevilla

El ex papa del Palmar, seis años de cárcel por robo

Ha habido un acuerdo entre las partes en virtud del cual él y su pareja tendrá que indemnizar a los sacerdotes a los que hirieron en la pelea derivada del hurto

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  • Juicio al ex papa del Palmar de Troya. -

El Juzgado de lo Penal número 10 de Sevilla ha condenado este viernes Ginés Jesús H.M., conocido como Ginés Hernández y ex papa de la Iglesia palmariana de El Palmar de Troya bajo el nombre de Gregorio XVIII, a seis años de prisión por el intento de robo derivado en reyerta en junio del año pasado en la basílica de El Palmar.

A raíz de un acuerdo de conformidad entre las partes, el tribunal ha dictado sentencia 'in voce', en el que además de condenar al ex papa, ha condenado a su pareja, identificado como N.A.T.G, a una pena de cinco años de cárcel por los mismos hechos y ha dictado un sentencia absolutoria contra A.R.M.G., un sacerdote de la mencionada congregación religiosa que participó en la posterior reyerta.

En concreto, el juez ha condenado a Ginés Hernández a dos años de cárcel por un robo con violencia e intimidación en casa habitada en grado de tentativa en el concurre la circunstancia agravante de disfraz, así como a cuatro años por dos delitos de lesiones producidas a dos sacerdotes.

Con respecto a N.A.T.G, la Sala le ha condenado a dos años de cárcel por un robo con violencia e intimidación en casa habitada en grado de tentativa, así como a tres años por dos delitos de lesiones producidas a los dos sacerdotes.

Asimismo, el juez les han impuesto la medida de seguridad de no aproximarse a menos de 300 metros de la Basílica palmariana durante un periodo de diez años, así como a no comunicarse ni a acercarse a menos de 300 metros a los sacerdotes agredidos A.R.M.G. y A.L.V, por un periodo de nueve y siete años respectivamente.

Además, la Sala ha decretado que ambos, de manera conjunta y solidaria, abonen una indemnización en calidad de responsabilidad civil, a los sacerdotes heridos. De esta manera, ambos tendrá que pagar 542 euros por las lesiones y 5.062 euros por las secuelas a A.R.M.G. y 21.690 euros por las lesiones y 5.630 euros por las secuelas causadas a al otro religioso. De igual modo, el juez ha indicado el comiso de las caretas de payaso, bridas, pasamontañas, cinta americana y demás enseres que utilizaron ambos acusados el día de autos.

Con respecto al sacerdote A.R.M.G., cuya Fiscalía pedía su libre absolución y venía siendo acusado por un delito de lesiones de manera particular, el juez ha decretado su absolución al entender que concurre la eximente completa de legítima defensa.

Finalmente, a petición de la defensa y con la adhesión con condiciones de la Fiscalía, el juez ha suspendido a ambos sus penas privativas de libertad por un periodo de cinco años con las condiciones de que no vuelvan a cometer un delito en ese periodo, abonen las indemnizaciones en concepto de responsabilidad civil en menos de un año y que Ginés Hernández cumpla con una multa de 870 días con cuota diaria de dos euros y que N.A.T.G. haga frente a una multa de 720 días con cuota diaria de dos euros.

De otra parte, el juez ha decretado que termine en la tarde de este viernes la medida de prisión provisional en la que se encuentra Ginés Hernández desde el pasado año. Cabe recordar que la Fiscalía, inicialmente pedía diez años de cárcel para el ex papa y su pareja por los tres delitos por los que han sido procesados.

LOS HECHOS

En su exposición de los hechos, el Ministerio Público detalla que en la madrugada del pasado 10 de junio de 2018, Ginés Hernández y su pareja llegaron hasta la basílica de la Iglesia Cristiana Palmariana "guiados por el ánimo de hacerse con el dinero proveniente de la recaudación de la orden", a la que había pertenecido el primero, y mediante una escalera telescópica superaron el muro perimetral del recinto antes de despuntar el alba.

Ya dentro del recinto, permanecieron "ocultos" hasta que sobre las 16,30 o las 17,00 horas de aquella jornada, "sabedores de que la puerta que da acceso a las dependencias del monasterio permanecería abierta, se introdujeron en la zona en la que se ubica la imprenta y las habitaciones de los superiores", vistiendo ropas negras, con sus rostros ocultos con pasamontañas y portando efectos como una navaja, dos caretas de payaso, bridas, cinta americana, dos alicates y una palanqueta.

Una vez en la estancia de la imprenta, según la Fiscalía, fueron sorprendidos por el conocido como "padre Silvestre", identificado como A.R.M.G. y también encausado, "momento en el que Gines Hernández, esgrimiendo la navaja y con el ánimo de menoscabar su integridad física, se dirigió al mismo iniciándose un forcejeo entre ambos en el que A.R.M.G. resultó herido en el costado y extremidades", según continúa el relato del Ministerio Público.

La pareja de Ginés Hernández, añade la Fiscalía, "se unió a la agresión esgrimiendo un martillo que encontró y con el que alcanzó en la cabeza" al "padre Silvestre", quién "en el transcurso de la disputa, ante la objetividad del peligro que su vida corría dada la patente inferioridad en la que el empleo de armas y objetos contundentes contra él dirigidos le situaba, temiendo por su vida y tras lograr arrebatarle la navaja a Ginés, le asestó una puñalada" a la mujer en el costado, "golpeándole acto seguido en la cabeza".

El sacerdote, según el escrito, logró después "accionar la alarma de la estancia", con lo que acudieron a la misma varios religiosos, entre ellos el "padre José María", siendo éste atacado y agredido por ambos intrusos, tras lo cual el "padre Silvestre", "temeroso por ello de la vida y la integridad física" de su compañero, "se hizo con la navaja que se hallaba en el suelo y asestó una puñalada a Ginés Hernández, alcanzándole en el costado y propinándole varios puñetazos para neutralizar la posibilidad de nuevas agresiones".

"VENÍAN A POR ENSERES PERSONALES"

De otra parte, el abogado del ex papa, Manuel Martínez, se ha mostrado satisfecho con esta condena y con que se haya suspendido la ejecución de la misma por un periodo de cinco años.

En declaraciones a los periodistas, ha indicado que el día de los hechos, Ginés Hernández y su pareja, de los que ha dicho que ya no están vinculados a la iglesia palmariana, "no tenían intención" de robar y que fueron a la basílica a buscar enseres personales.

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