El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha inaugurado este miércoles la Glorieta José Moya Sanabria, en homenaje a este economista y empresario sevillano fallecido el pasado mes de enero. Se trata de una glorieta ubicada en la confluencia de las avenidas Expo'92 y Carlos III, en el Distrito Triana, junto a la Torre Sevilla, que a partir de hoy recuerda a quien fuera presidente de Persán.
Al acto de inauguración de esta nueva denominación, que fue respaldada por unanimidad de todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento, también han asistido numerosos familiares y amigos de José Moya Sanabria y representantes del mundo empresarial, académico y político de la ciudad. El acto también ha contado con la presencia de la edil responsable del Distrito Triana, Encarnación Aguilar; y del concejal de Transición Ecológica y Deporte, David Guevara, además de representantes de los grupos municipales.
Durante el acto, el alcalde ha destacado la circunstancia de que "sea este principal acceso a la ciudad el que lleve el nombre de José Moya Sanabria teniendo en cuenta que estamos junto una zona, el Parque Científico y Tecnológico Cartuja que es referencia empresarial". Para Espadas, esta glorieta "es una oportunidad para seguir recordando a José Moya como a él le gustaba, trabajando en sus proyectos, y también para pensar en los retos que tenemos en esta ciudada metropolitana y en cómo él habría contribuido, si duda, a llevarlos adelante".
En el acto también han intervenido el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Persán, Ignacio Martínez, y la esposa y uno de los hijos de este empresario, Concha Yoldi y José Moya, respectivamente, quienes han coincidido en mostrar su satisfacción por la dedicatoria de esta Glorieta y en destacar el "orgullo y el compromiso" que José Moya Sanabria tenía con su ciudad.
José Moya Sanabria, economista, empresario y ganadero presidió durante 30 años Persán, una las mayores empresas de Sevilla y líder indiscutible en el negocio de producción de detergentes y suavizantes de toda la Península Ibérica, con 347 millones de euros de facturación en 2019, la mitad procedentes del mercado internacional.
Antes de llegar a la dirección de Persán en el año 1992, en la que entró precisamente para reflotarla, fue director financiero en otra de las firmas históricas de Sevilla, la fábrica de cerámica Pickman, La Cartuja de Sevilla, consultor especialista en control económico financiero y en sistemas de organización, gerente de Tecsa, filial del grupo Abengoa, y emprendedor inquieto.
De la mano del alcalde Manuel del Valle, ostentó responsabilidades municipales en el Ayuntamiento de Sevilla entre 1982 y 1985. Tras una amplia experiencia como emprendedor inquieto, al fundar y dirigir media docena de pequeñas empresas de distintos sectores industriales, en 1992 desembarcó en Persán para convertirla en una de las mayores empresas sevillanas y andaluzas con cerca de 2.000 trabajadores y una apuesta clara por la internacionalización y la innovación.
También fue patrono de la Fundación Persán, que dedica sus principales esfuerzos en promover la inserción laboral entre personas en precaria situación social, el emprendimiento entre los jóvenes y el espíritu investigador entre los estudiantes.
