Una operación coordinada por Europol ha desarticulado una organización criminal internacional asentada en España, Francia y Portugal presuntamente dedicada a la explotación sexual de mujeres sudamericanas en territorio francés, y ha liberado así a ocho mujeres víctimas del entramado.
En concreto, el operativo, en el que han participado agentes de la Policía Nacional española, la francesa y la Policía Judiciaria portuguesa, ha permitido la detención e ingreso en prisión de nueve personas, cuatro en España, tres en Portugal y dos en Francia.
Las autoridades judiciales francesas iniciaron la investigación el pasado mes de enero. Las pesquisas realizadas permitieron constatar que el entramado criminal investigado prostituía a un número importante de mujeres en territorio francés, la mayoría de ellas de origen brasileño, y que era dirigido por varias personas asentadas en España.
La organización publicaba anuncios en páginas web donde se ofrecían los servicios sexuales y se encargaban de gestionar el alojamiento de las mujeres en el país galo, llegando a contratar el transporte con el que se las trasladaba hasta los hoteles donde tenían que prostituirse.
Además, la organización había ubicado en España y Portugal centralitas telefónicas que atendían las llamadas realizadas por los clientes desde Francia, según ha detallado la Policía Nacional en un comunicado.
Las víctimas estaban obligadas a entregar a la organización el 50% de sus ingresos con los que la red criminal obtenía unos beneficios mensuales cercanos a los 150.000 euros, dinero que era enviado a España mediante transferencias bancarias o empresas de envío de dinero, y que luego era redirigido hacia Brasil y Bélgica.
Finalmente, el operativo ha resultado en nueve detenciones, de las que cuatro se han realizado en España, dos en Marbella y dos en Estepona (Málaga).
Precisamente, en Estepona también se han realizado tres registros domiciliarios, dos de los cuales han contado con la presencia de la jueza francesa encargada de la investigación en aquel país, varios agentes franceses y de Europol.
A su vez, los agentes españoles se han desplazado a Portugal para colaborar con las autoridades lusas en las detenciones y en los registros llevados a cabo allí. Entre los tres países se han realizado 12 registros, en los que se ha incautado 20.000 euros en efectivo, dos vehículos de alta gama y numerosos teléfonos móviles, ordenadores y equipos informáticos.