La presidenta de Entidades Catalanas de Acción Social (Ecas), Teresa Crespo, ha alertado este lunes de la emergencia de una "nueva pobreza" en Cataluña de la mano de los ancianos pensionistas que han agotado sus ahorros y recursos intentando ayudar a sus familiares castigados por el paro y la crisis.
Durante su participación en la jornada 'Pobreza y desigualdad, la situación en el Área Metropolitana de Barcelona', del Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona (PEMB), ha recordado que muchos ancianos destinan sus pensiones a sustentar a hijos y nietos, e incluso algunos han asumido deudas "estratosféricas" ajenas tras haber avalado a sus familiares en ciertas adquisiciones de elevadas cantidades económicas, como las viviendas y automóviles.
"Los ancianos ya no son el cojín social. Ya no pueden aguantar más", ha aseverado Crespo, que ha pedido más protección para este colectivo, además de para los menores, muy afectados también por el empobrecimiento de las familias.
Ha coincidido en esta valoración el profesor de Sociología de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) Sebastià Sarasa, encargado de analizar los datos de la última Encuesta de Condiciones de Vida y Hábitos de la Población (ECVHP), de 2011: "Se ha caído en el error de esperar que los ancianos lo aguantaran todo, y no ha sido la solución".
Sarasa ha destacado que la ECVHP apunta a que los ancianos han mejorado su capacidad adquisitiva entre 2006 y 2011 debido al empobrecimiento del resto de colectivos de edad, pero "las próximas recopilaciones de datos mostrarán que esto ha cambiado".