El Papa Francisco ha recordado a los damnificados por el tifón 'Pam', que ha arrasado el archipiélago de Vanuatu en el Océano Pacífico, y ha mostrado su agradecimiento a las personas que están ayudando a los afectados.
Durante el rezo del Ángelus de este domingo, el Papa Francisco ha asegurado que reza por los fallecidos, por los heridos y por las personas sin techo, víctimas del paso del ciclón por el archipiélago ubicado al este de Australia, que ha devastado poblaciones enteras.
También ha hecho un llamamiento por la paz en Pakistán, donde se han producido dos ataques con bomba en dos iglesias cristianas, en Lahore, al este del país. "Nuestros hermanos derraman sangre porque son cristianos", ha afirmado el Santo Padre, para después pedir la paz.
Asimismo, antes del rezo dominical, el Obispo de Roma ha recordado el Evangelio del IV Domingo de Cuaresma. "Escuchando esta palabra, dirigimos la mirada de nuestro corazón a Jesús crucificado y sentimos dentro de nosotros que Dios nos ama, nos ama de verdad, y nos ama tanto... He aquí la expresión más sencilla que resume todo el Evangelio, toda la fe, toda la teología: Dios nos ama con amor gratuito y sin límites", ha explicado.
"Si en la creación, el padre nos ha dado la prueba de su inmenso amor donándonos la vida, en la pasión de su hijo nos ha dado la prueba de las pruebas: ha venido a sufrir y a morir por nosotros", ha recordado Francisco con la Plegaria Eucarística.
En este sentido, ha señalado que "después de la muerte y resurrección de Jesús, 'el amor de Dios --dice siempre San Pablo-- ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado".
"El Espíritu Santo obra en la Iglesia y, a través de ella, asegura la memoria viva de Cristo y obra por doquier, también fuera de la Iglesia, haciendo crecer los valores de auténtica humanidad. El espíritu de amor nos hace capaces de amar a Dios y a los hermanos. El signo más santo y eficaz de este amor es la Eucaristía, el memorial de la Pascua de Jesús: Cada vez que la celebramos revivimos el evento del Calvario, culmen de la historia de amor de Dios con la humanidad", ha dicho.
Francisco ha sido recibido por miles de peregrinos, que a pesar de una lluvia intermitente, han acudido a la plaza de San Pedro para rezar con él y recibir su bendición. Al término del rezo, el Papa ha saludado a diversos grupos de peregrinos, entre ellos, fieles de Granada y Málaga, así como a los voluntarios que, según ha afirmado, "unidos en el empeño de la solidaridad, participan en la manifestación 'Juntos por el bien común'".