Que el hombre siempre ha estado interesado por las apuestas, no es una noticia novedosa. Tan solo pensemos en los gladiadores de la antigua Roma, ¿acaso la extrema atención hacia ellos era mero interés hacia el juego?, era de sospecharse que algo más había. Así, las apuestas a los deportes o a los juegos de azar han tenido también su propio templo, los casinos, que si retrocedemos el tiempo unos cuantos siglos, podemos darnos cuenta cómo se ha dado forma a los recintos que actualmente conocemos.
Si bien el primer juego de azar se registró en China en el año 2300 a.C., no fue sino hasta el año 1638 en que se inauguró el Casino di Venezia en Europa durante una temporada carnavalesca, dándole lugar oficial a un centro de entretenimiento en la que las personas podrían comenzar a explorar en los laberintos del azar. Hoy día, este lugar sigue abierto, convirtiéndose en uno de los centros más emblemáticos de la ciudad. Un atractivo histórico y representativo de la arquitectura italiana.
Asimismo, el Casino Monte Carlo ubicado en Mónaco también guarda un encanto único que atrapa la atención de los turistas, ya que fue construido por Charles Carnier en 1878, y en el que hasta el día de hoy es necesario vestirse de etiqueta para poder entrar y formar parte de su atmósfera. Una experiencia única del lugar al que se visita durante unas vacaciones.
Si bien en Latinoamérica los casinos llegaron mucho después, herencia netamente europea, los recintos de casinos son más conocidos por experiencias gastronómicas y de shows. Hoy día, los casinos están ganando popularidad a sus versiones digitales. De hecho, puede indagar este tema ahora con una gran fuente para encontrar casinos online en Argentina, para hacerse un ejemplo de la gran oferta que hay y la diferencia en la experiencia que pueda tener con los juegos de azar. Si bien no es un lugar físico al cual visitar, se trata de una nueva forma de entretenimiento que puede incorporar a sus viajes cuando espera en aeropuertos o salas de hotel.
En definitiva, los casinos cumplen una función importante en los viajes de las personas alrededor del mundo, una razón para revalorarlos desde otro punto de vista, muy distinto al de las simples apuestas.