La soledad del paciente se revela estos días como otro de los males del coronavirus, cuya propagación impide a familiares y amigos el acompañamiento
La soledad del paciente se revela estos días como otro de los males del coronavirus, cuya propagación impide a familiares y amigos acompañar en la enfermedad, sobre todo en el caso de ancianos ajenos al uso del móvil. Por ello, un grupo de sanitarios se ha ofrecido a recibir en su tiempo de descanso los mensajes de familiares para los pacientes incomunicados.
Para paliar la falta de afecto que sufren los mayores ingresados en las plantas destinadas a enfermos de Covid-19, los allegados intentan que su voz llegue a los seres queridos hospitalizados aunque para ello el mensaje tenga que correr por varios interlocutores.
En este contexto, una enfermera del Hospital Clínico Universitario de Valladolid se ha ofrecido como mensajera para que todo el que tenga un familiar o amigo allí hospitalizado y esté incomunicado pueda mandarle un mensaje.
"Cada vez que entramos intentamos cubrir sus necesidades básicas en todos los sentidos, pero el hecho de que el único contacto con el paciente sea a través del EPI, hace más deshumanizado el trato", explica a Efe Noelia Lama, enfermera que ha entrado como refuerzo de la plantilla.
Como cualquier otro sanitario, la carga de trabajo estos días con el avance de la pandemia va acompañada con el confinamiento obligado por el estado de alarma. Y Noelia, natural de la provincia de Valladolid y ahora residente única en un piso de la capital, va a dedicar su tiempo de descanso a servir de mensajera.
"Estoy confinada sola y se hace complicado llegar a casa y que no haya nadie, así que realmente no me importa invertir una parte de mi tiempo en esto, ya que actualmente solo salgo de casa para trabajar", confiesa la enfermera cuyo mensaje en Twitter apenas necesitó unas horas para ser compartido por más de un millar de usuarios y recibir otros tantos agradecimientos.
Entre ellos el de su compañera Andrea Gil, enfermera del Hospital Clínico Universitario de Salamanca, quien se unió "sin pensarlo" a la iniciativa de su amiga.
"El hecho de estar solos y aislados es muy duro, más aún cuando casi no tienen conocimiento de este virus ni saben qué va a pasar. Cuando llegan a la planta están muertos de miedo y el único contacto que tienen con la realidad de fuera de la habitación es la de los sanitarios que al ir con los EPI ni se nos diferencia", detalla la joven a Efe.
En pocas horas, varios familiares y amigos de pacientes de su planta se pusieron en contacto con Andrea para mandar mensajes de ánimo: "piden que les hagamos saber que su familia está ahí, que preguntan por ellos y que les quieren, que todo va a salir bien y que estén tranquilos porque aunque físicamente sí, no están solos".
La idea ha corrido como la pólvora y sanitarios de otras partes del país, como un auxiliar de Enfermería del Hospital Virgen del Camino de Pamplona se han ofrecido en sus redes sociales para llevar a cabo esta bonita y desinteresada iniciativa.
Durante los días de confinamiento y al quedar incomunicadas personas mayores sin acceso a dispositivos móviles, han sido muchos los familiares que de una u otra forma han intentado comunicarse con sus seres queridos.
Uno de los muchos casos es el de un hombre de 72 años ingresado el lunes en el Hospital General de Segovia con una neumonía causada por el coronavirus tras una semana con fiebre y tos.
Su único contacto con los suyos es vía llamada telefónica, lo que ha llevado a su hijo a pedir a un familiar que contacte con su hermana médico de Salamanca y que ella a su vez hable con una compañera en Segovia que le pueda informar sobre el estado del enfermo, formando así una cadena de interlocutores que derriba la barrera comunicativa impuesta por la pandemia.
Más allá de los sanitarios, otras iniciativas surgidas en redes sociales quieren ayudar a superar esa incomunicación, como "Acortando la distancia", un proyecto creado por varios influencers que pretende llevar a los hospitales dispositivos móviles para los que no dispongan de ellos y que así puedan hacer videollamadas con sus allegados.
Una idea similar es la del Ayuntamiento de Ávila, que a través de Protección Civil ha implantado un servicio de recogida de móviles de segunda mano para que los ciudadanos puedan donar los dispositivos que ya no usen. El móvil antiguo guardado en el cajón puede dar vida a los ingresados sin conexión con el exterior.