Conocido popularmente como "El Vigía", el Colegio Medalla Milagrosa, regido por las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, es el más antiguo de Torremolinos. Situado en la calle Castillo del Inglés y fundamentado en el ideario de los Centros Educativos Vicencianos, en la actualidad se dedica tanto a la Educación Infantil como a las de Primaria y Secundaria. Casi octogenario, en sus aulas se han formado varias generaciones de torremolinenses. El Colegio, completamente renovado, ha sabido adaptarse a las circunstancias de los tiempos y proporciona al alumno la más completa y actualizada formación cultural, social y religiosa. Para el profesorado es más importante la educación integral de la persona que la simple adquisición de conocimientos. El Colegio Medalla Milagrosa de Torremolinos destaca precisamente, entre otros, por este aspecto de la educación integral.
La historia del Colegio Medalla Milagrosa "El Vigía" se inicia en los años treinta del pasado siglo. El precedente que sentó las bases de su fundación puede atribuirse al militar inglés Mr. George Langworthy, quien a finales del siglo XIX había adquirido el antiguo fuerte del puntal de Torremolinos, después conocido como "Castillo del Inglés", cuya demolición dio paso, al comienzo de los años setenta, al suntuoso complejo Castillo de Santa Clara. Devoto protestante, Mr. Langworthy realizaba cuantiosas obras caritativas y encauzaba a las gentes a la lectura de la Biblia. Fue conocido por el pueblo como "el inglés de la peseta", pues tal era la entonces no despreciable cantidad que distribuía a cada necesitado que se acercaba a su casa a pedir un plato de comida. Por sus caritativos méritos fue proclamado "Hijo Adoptivo y Predilecto de Torremolinos".
Contigua a la propiedad del inglés se ubicaba la finca "El Vigía", donde moraba con su familia el piadoso matrimonio católico formado por don Juan Heredia y doña Luisa Huelin. Estos admiraban y alababan el caritativo y sincero proceder de Mr. Langworthy y observaron que era preciso, además de cubrir las necesidades materiales de las familias, atender especialmente las necesidades culturales y espirituales de los niños, educándolos en la fe católica, tal como el inglés lo hacía con admirable celo en la fe protestante.
Madurada la idea, el matrimonio Heredia-Huelin decidió vender su propiedad por el simbólico precio de diez mil pesetas a una institución católica que dedicara el inmueble a la enseñanza y particularmente a impartir clases de religión católica. Fueron las Hijas de la Caridad las que aceptaron el reto y el 8 de octubre de 1930 se formalizó el oportuno contrato de compraventa del caserío, que desde aquel momento fue bautizado como Colegio de la Medalla Milagrosa, aunque a nivel popular se le denominaba "El Vigía".
El pueblo de Torremolinos acogió calurosamente a las Hermanas, que en principio eran tres, y pronto les encomendó la formación de sus pequeños, formación no solamente religiosa, sino de índole cultural general, la cual abarcaba todas las materias que se daban en cualquier escuela nacional: Historia Sagrada, Historia y Geografía de España, Matemáticas, Geometría, Ciencias naturales, Lectura, Escritura… Exceptuando el paréntesis de la Guerra Civil, en que las religiosas hubieron de abandonar el lugar, el Colegio no ha cesado en su docente actividad.
Con el tiempo la primitiva casa fue insuficiente para acoger al creciente número de alumnos. Ello, sumado a las nuevas exigencias en los planes de estudios y a la necesidad de adecuar las aulas a la enseñanza del Bachillerato, máxime cuando en Torremolinos no había colegios donde cursar estudios superiores a los de Primaria, hizo que la Comunidad de Hermanas se plantease la cuestión de derribar el viejo edificio y construir uno más capacitado. Para 1970 se inauguraba el nuevo Colegio de la Medalla Milagrosa, dotado de amplias instalaciones y aulas para la enseñanza del Bachiller Superior. En 1989 la Junta de Andalucía catalogó el Colegio como Centro de Educación General Básica, modificándose en 1996 la denominación como Centro de Educación Primaria y Secundaria. El Colegio está preparado en todo momento para adaptarse sin dificultad a las nuevas tendencias y necesidades educativas.
Siendo Torremolinos hoy día una de las ciudades más cosmopolitas de España, no podía por menos desatender la necesidad de educar, amén de a los autóctonos, a los hijos de la multitud de españoles y extranjeros que han fijado su residencia en el municipio. Por esa razón el alumnado del Colegio Medalla Milagrosa "El Vigía" lo componen jóvenes de las más variadas regiones y nacionalidades, a los que se recibe con los brazos y el corazón abiertos, pues son, a fin de cuentas, verdaderos torremolinenses. Algunos de ellos tal vez ejerzan mañana su docencia, como es el caso en el presente, en este maravilloso Colegio nuestro que es el de la Medalla Milagrosa, enhiesto "Vigía" de Torremolinos.