IU propone al colectivo de camareras de piso para Medalla de la Ciudad

Publicado: 28/06/2017
El portavoz de IU en el Ayuntamiento de Torremolinos, David Tejeiro, insta a sus homólogos de los demás partidos




El portavoz de IU en el Ayuntamiento de Torremolinos, David Tejeiro, ha propuesto a sus homólogos de los demás partidos con representación municipal la concesión de la Medalla de la Ciudad 2017 al colectivo de camareras de piso. Dice Tejeiro que “sería una bonita manera de reconocer la labor tan importante de ese colectivo, compuesto en su inmensa mayoría por mujeres y que es uno de los que sufren peores condiciones laborales en la hostelería, llegando en muchos casos a sufrir explotación laboral pura y dura”. El concejal admite que la propuesta se podría haber ampliado a todos los trabajadores de la hostelería en general, pero argumenta que “de ese modo el homenaje quedaría un poco difuminado; creo necesario poner el foco precisamente en las camareras de piso, también por la gran lucha que están realizando en los últimos años para recuperar unas condiciones de trabajo dignas”.

De momento el PSOE no ha acogido con buenos ojos la propuesta, pues su partido propuso otorgar la máxima distinción de la ciudad al recientemente fallecido Antonio Lamela, arquitecto de gran prestigio en toda España y autor, entre otras contrucciones famosas, de las torres de Playamar. Tejeiro insiste en que una cosa no es incompatible con la otra, y que pueden otorgarse ambas medallas.

En cualquier caso, los portavoces se han emplazado a una reunión el mes que viene para tomar una decisión definitiva sobre el asunto. A continuación, reproducimos íntegramente el escrito con la propuesta de IU a los demás partidos:

PROPUESTA DE MEDALLA DE LA CIUDAD 2017 AL COLECTIVO DE CAMARERAS DE PISO

El desarrollo turístico de Torremolinos habría sido imposible sin la participación de miles de personas, la mayoría de ellas desconocidas para el público en general.

Los premios, distinciones y reconocimientos de diverso tipo se conceden casi invariablemente a individuos que destacan en alguna disciplina liberal, profesional o empresarial: escritores, políticos, empresarios, artistas y otras personas ilustres.

Pero nada habría sido posible sin el trabajo duro y diario de esas personas cuyos nombres no aparecen en las glosas ni en los relatos históricos. Nos referimos a quienes trabajan o han trabajado como peones, albañiles, recepcionistas, guías turísticos, camareras de piso, camareros, cocineros, espeteros, relaciones públicas, conductores, taxistas, etc.

Ellas y ellos no suelen recibir homenajes. Su labor, en general, no resulta glamurosa. Pero sin su participación no se habrían construido hoteles ni apartamentos, no se servirían comidas en los restaurantes ni copas en las discotecas, no funcionaría el transporte público y las habitaciones donde se alojan los turistas estarían sucias.

Quisiéramos poner el foco, simbólicamente, en el colectivo de las camareras de piso. Se trata de uno de los colectivos más importantes, pero también uno de los más invisibles y que más está sufriendo los efectos de las reformas laborales, de la precariedad y de la explotación empresarial. Un colectivo, por cierto, compuesto casi exclusivamente por mujeres.

Camarera de piso es uno de los trabajos más duros en hostelería. Tras veinte o veinticinco años de profesión, es difícil encontrar una trabajadora que no padezca fuertes dolores, que no esté sometida a un estado de estrés grave o que no necesite medicarse a diario para poder aguantar su jornada laboral.

Suponen, aproximadamente, un cuarto de las personas que trabajan en los hoteles (entre el 25% y el 30%). Su trabajo es imprescindible y de vital importancia, aunque su presencia pase desapercibida a los clientes.

En los últimos años han sufrido las peores consecuencias de la reforma laboral: externalizaciones, bajadas de sueldo, falta de personal, explotación generalizada.

La última reforma laboral posibilita que estas trabajadoras, cuando el servicio se externaliza, puedan cobrar por debajo de lo marcado en el convenio del sector. Muchos hoteleros de pocos escrúpulos se agarran a esto para bajar costes a la par que bajan la calidad de vida de sus trabajadoras. Hasta un 40% menos de salario están cobrando ahora las camareras de piso contratadas por empresas externas.

Hay trabajadoras que tienen que limpiar entre 25 y 30 habitaciones al día. Camas, cristales, terrazas, cuartos de baño y moquetas. Antes, las camareras de piso tenían el apoyo de una persona que les ayudaba, por ejemplo, a llevar y traer la ropa, pero esa categoría ha desaparecido.

El ritmo de trabajo al que se ven obligadas provoca la aparición de enfermedades musculares y esqueléticas, dolores crónicos o síndromes como el del túnel carpiano, que afecta a las muñecas.

La calidad del sector turístico no sólo hay que medirla en grandes cifras.

Son importantes el número de pernoctaciones, el nivel de gasto por turista y otros parámetros, pero para la población de los destinos turísticos, como es el caso de Torremolinos, tan importante o más deben ser las condiciones de los trabajadores y trabajadoras, la existencia de calidad en los empleos: fijos frente a temporales, a tiempo completo frente a tiempo parcial, con salarios dignos y ajustados a convenio.

No puede haber turismo de calidad sin empleo de calidad en el sector turístico.

Como acto de solidaridad y reconocimiento con todos los trabajadores del sector turístico, pero poniendo el foco de atención en las camareras de piso por los argumentos arriba expuestos, el grupo municipal de IULV-CA propone a los demás grupos políticos con representación en el Ayuntamiento, así como al concejal no adscrito,

LA CONCESIÓN DE LA MEDALLA DE LA CIUDAD 2017 AL COLECTIVO DE CAMARERAS DE PISO.

Proponemos que se invite a recoger dicho premio a un/a representante de cada uno de los sindicatos mayoritarios en el sector.

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