El edificio en forma de ballena que en su día proyectó el arquitecto Santiago Calatrava en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia ha empezado a latir este martes como un nuevo ágora de arte, pensamiento, cultura, ciencias y humanidades gracias al CaixaForum València.
El más singular de los nueve centros culturales de la Fundación La Caixa en España abre sus puertas, oficialmente desde este miércoles, para ofrecer a los valencianos cerca de 10.000 metros cuadrados dedicados a la divulgación del conocimiento, tras una inversión de 19 millones de euros a la que se sumará un presupuesto anual de 5 millones para su funcionamiento.
Un paisaje en un caparazón blanco
El caparazón blanco de Calatrava ha sido rellenado con un "paisaje de órganos y células" ideado por el arquitecto Enric Ruiz-Geli, quien desde el respeto y el diálogo con el edificio original ha creado una plaza del ágora, dos salas de exposiciones, un auditorio, un restaurante y una librería, coronados por La Nube, el elemento más distintivo de este centro.
Dos años después de que se pusiera la primera piedra de CaixaForum, ya es realidad un proyecto que recibe al visitante en un espacio abierto a modo de las ágoras griegas, desde donde se accede a las dos exposiciones inaugurales: una sobre los faraones, con 137 piezas del British Museum, y otra sobre paisaje y naturaleza, con obras de 24 artistas.
Preside el complejo, desde el piso superior, La Nube, un elemento singular que cambia de color según la temperatura de los océanos y en cuyo interior se experimenta con inteligencia artificial, junto a la que un auditorio para 300 personas que huele a roble, con asientos forrados de tela vaquera y una cubierta de cartón reivindica la protección de los bosques.
Un restaurante con un jardín vertical en el que hay también insectos completa este CaixaForum, que consume un 73 % menos de energía que otros museos, así como una librería con cubierta cerámica y estructura que emula a las palmeras de Elche, además de dos obras artísticas permanentes: una reproducción del arcoíris y, en el exterior del edificio, un palafito dorado que evoca las barracas de "Cañas y barro" de Blasco Ibáñez.
Un sueño dentro de otro sueño
El presidente de la Fundación La Caixa, Isidre Fainé, ha reivindicado un proyecto "tan excepcional y de tanta envergadura" como este nuevo centro cultural, que es además "un sueño dentro de otros sueños", ya que el CaixaForum se inserta en el Ágora y a su vez en la Ciudad de las Artes y las Ciencias y en la propia ciudad de Valencia.
Fainé ha asegurado que, más allá de su "belleza arquitectónica", este edificio representa "el empuje de la sociedad valenciana" y es una muestra de cómo se ha abierto camino una tierra que es "una de las puntas de lanza" del desarrollo económico, financiero y cultural de España.
Ha recordado que desde hace casi 30 años La Caixa viene programando exposiciones en Valencia y ha considerado que un "hilo invisible" conecta la primera muestra, de 1994, y las que le siguieron con este CaixaForum, que está a la espera de que "se llene de vida", lo que dependerá de los ciudadanos.
El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha considerado que este centro "emblemático" conformará "un polo cultural de primera magnitud en Europa" y contribuirá a reforzar la visión de la Ciudad de las Artes como un "bastión cultural".
Tras rememorar que este "sueño" se empezó a gestar hace ocho años, Puig ha destacado que el CaixaForum refuerza el vínculo con la Comunitat Valenciana de Caixabank, con una inversión de 300 millones de euros en 50 años para el progreso de esta tierra.
CaixaForum ha organizado del 22 al 30 de junio unas jornadas de puertas abiertas, con 20.000 entradas gratuitas que ya se han agotado.