Solo un 13% de los jóvenes residentes en la Comunidad Valenciana pueden emanciparse. Ese es el triste dato que, además, se complica si tenemos en cuenta el dato a nivel nacional.
El territorio valenciano es el segundo de toda España con mayor dificultad para que los jóvenes puedan independizarse. Solo lo supera Cantabria.
Los desorbitados precios de los alquileres, la alta temporalidad en el trabajo y los salarios bajos forman un tridente que imposibilita el crecimiento de una sociedad joven prácticamente condenada a no avanzar.
De hecho, un joven valenciano necesitaría entre 5 y 6 años de su sueldo para poder emanciparse y para poder alquilar una vivienda tendría que destinar el 72% de su salario.