El fiscal rebaja la pena para el acusado de matar a su mujer en Vícar

El fiscal rebajó ayer a homicidio la muerte de la joven de 21 años Nicoleta I. R. a manos de su marido, Ioan R, quien reconocía ayer de nuevo ante la sala de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería ser el autor del crimen por el que ahora enfrenta 15 años de prisión al estimar el Ministerio Público que no ha quedado acreditada "indubitadamente" la concurrencia de alevosía y ensañamiento pese a que calificó los hechos de "salvajes" al recibir la víctima hasta 18 puñaladas.


Durante el trámite de informes previo a que el juicio quedase visto para sentencia, el fiscal modificó la calificación provisional que imputaba al procesado un delito de asesinato por el que se solicitaban 19 años de cárcel, consideración que presentó ante la sala presidida por la magistrada Társila Martínez como alternativa frente a la consideración de homicidio, a la que se adhirieron los letrados representantes de la Abogacía del Estado y la Junta de Andalucía.


En su alegato, el fiscal argumentó que del relato de los hechos aportado por los testigos, entre ellos la madre de Nicoleta I. R. que resultó herida al intentar frenar la agresión mortal, no se desprende que Ioan R. asestase la primera puñalada estando la víctima de espaldas a él. 


Añadió además para desacreditar la alevosía, que de haber sido así, ella podía preveer el ataque debido a las constantes disputas previas entre ambos, con amenazas de que le iba a matar -ahondó- y a que había tenido la oportunidad de ver el cuchillo en sus manos con anterioridad, máxime "cuando estaba claro que iba a por ella".


Para rechazar la concurrencia de ensañamiento, el representante del Ministerio Público se apoyó en la prueba pericial que señala que las dos primeras heridas punzantes recibidas en espalda y cuello "fueron mortales de necesidad", por lo que, según interpretó, no ha quedado acreditado que quisiera causarle a su mujer un dolor innecesario ya que se "requiere examinar la intención más allá del número de puñaladas" asestadas durante un ataque que los forenses calificaron de "muy violento".


Nicoleta I. R. falleció 48 horas después de haber huido del domicilio conyugal y de las constantes palizas del procesado para refugiarse, escondida, "en el armario de casa de una amiga", ubicado en el barrio capitalino de Almería. Así lo relató visiblemente nerviosa la madre de la víctima, en cuyo domicilio situado en La Gangosa (Vícar) se produjo el crimen después de que su hija la llamase "en voz muy bajita, como asustada, para pedirme ayuda" y ella fuese a recogerla.


El 20 de mayo de 2007, Ioan R. se personó en la vivienda de la tía de la víctima, en el mismo rellano del inmueble donde vivía la madre, y mantuvo una discusión con su mujer. Poco después, y ya en la otra casa, volvieron a discutir "de modo tranquilo". "Yo salí entonces a hablar por el móvil junto a mi pareja y los deje solos en la cocina-salón", relató ante la sala. "Cuando volví, le dije a mi hija que iba a bajar la basura y, mirando a su marido, me pidió que no dejase sola. Entonces le vi el cuchillo escondido tras la espalda".


Pese a que logró arrebatárselo y colocarlo en su sitio, él la siguió hasta la cocina y cuando "le dije que mi hija no quería estar con él, que cada uno debía hacer su camino, tiró el recipiente donde estaban los cuchillos, cogió uno y le dio una puñalada en la espalda". La segunda, según el informe de los médicos del Instituto de Medicina Legal de Almería (IML), le entró por el lado derecho del cuello, le atravesó la vena yugular interna, la traquea y alcanzó el pulmón izquierdo.


A partir de ahí, cayó al suelo y la vio "arrastrarse como una serpiente para salir fuera mientras el seguía diciéndole 'toma, toma' y ella le suplicaba 'ya basta, por favor, ya basta". La madre resultó herida de gravedad al intentar retener a su yerno, que le causó lesiones por las que el fiscal pide otros tres años de prisión.


Simulador y frío


Ioan R, a quien las psiquiatras forenses describieron como una persona "con tendencia a simular" patologías mentales que no padece y al que atribuyeron la ausencia de "afección emocional" al relatar como mató a su esposa, admitió encogiendo los hombros  haber cogido un cuchillo pero no recordar lo que hizo a continuación después de que, según aseguró, Nicoleta I.R. le hubiese dicho que mantenía una relación sentimental con otro hombre, un extremo que fue desmentido durante la prueba testifical.


Negó, pese a contar con un condena previa en su país natal, Rumania, por abusos sexuales, haber maltratado a su mujer aunque admitió haberla seguido hasta Vícar porque "quería que volviese a casa y habíamos llegado a un acuerdo para darnos una segunda oportunidad".


La letrada de la defensa, quien durante todo el acto de juicio resaltó que su patrocinado había confesado la autoría del crimen desde un primer momento ya que dijo a la Policía Local que lo encontró con ella muerta entre los brazos haber sido él, utilizó su testimonio y el calificativo de "impulsivo" dado por la psiquiatra forense para alegar la concurrencia de la atenuante de arrebato, por lo que solicitó la pena de diez años de prisión más seis meses por un delito de lesiones contra su suegra.


La representante de la acusación particular elevó a definitiva su calificación provisional de asesinato con alevosía y ensañamiento y pidió una condena de 24 años de prisión para Ioan R., a los que añadió cuatro años por las heridas inflingidas a la madre de la víctima, a la que, según el fiscal, deberá indemnizar con 70.000 euros y 20.000 euros.


Prisión para el autor de otro asesinato en Vícar


Por otra parte, el titular del Juzgado de Instrucción número seis de Almería ha decretado prisión incondicional para Robinsón José B. V, el joven de 25 años acusado de estrangular con un cable a su vecina Georgina F. cuando le sorprendió al intentar acceder por una ventana de la vivienda en la que se proponía robar un ordenador portátil.


Fuentes judiciales confirmaron a Europa Press que el imputado como presunto autor de un delito de homicidio fue trasladado hasta el centro penitenciario provincial de El Acebuche, donde ingresó en el módulo de preventivos pasadas las 13,00 horas y tras prestar declaración ante el juez.


El cuerpo sin vida de Georgina F, de 30 años, casada y con un hija de tan sólo ocho meses de edad, era hallado el pasado día 27 en el interior del domicilio familiar, ubicado en el barrio de La Gangosa, en Vícar (Almería). La Policía Judicial de la Guardia Civil encontró signos de violencia evidentes en el cadáver y en el inmueble, por lo que procedió a iniciar la investigación en su entorno.


Tras cinco días de entrevistas, las pruebas apuntaron a la supuesta autoría de Robinson José B. V. a quien se le pudo situar en el lugar en el día de los hechos. Según los agentes, el acusado accedió por la ventana hasta el interior de la vivienda con la intención de sustraer un ordenador portátil.


Al sorprenderle la víctima, ambos iniciaron un forcejeo durante el que él consiguió trasladarla a la fuerza hasta otra habitación, donde tras tirarla al suelo, la estranguló presuntamente con un cable para después darse a la fuga.