Los pescadores andaluces proponen que España no aplique las restricciones del reciente acuerdo pesquero europeo, sugiriendo imitar a Italia, que mantiene el número de días de faena pese al riesgo de sanciones. Mari Carmen Navas, presidenta de la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores de Málaga, defiende esta postura como una forma de proteger la viabilidad del sector.
El lunes, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se reunirá con los representantes del sector para definir cómo implementar las medidas europeas. Navas asegura que algunas cofradías, como la de Caleta de Vélez, ya barajan la posibilidad de paralizar sus flotas como medida de presión.
Entre las exigencias de Europa está el uso de mallas más grandes, lo que supondría perder entre un 40% y 50% de las capturas. Según Navas, esto afectaría especies clave como gambas y salmonetes, poniendo en peligro la rentabilidad de las embarcaciones.
Las inversiones necesarias para adaptar los barcos, como las ‘puertas voladoras’ y las redes nuevas, podrían superar los 60.000 euros por embarcación. Aunque algunas flotas ya han asumido estos costes por los beneficios ambientales, Navas exige ayudas públicas de al menos el 50 % para los pescadores que aún no lo han hecho.
Navas critica que otras zonas del Mediterráneo no enfrenten restricciones similares, lo que genera una competencia desleal en los mercados pesqueros. Además, señala factores como la contaminación, el cambio climático y la pesca recreativa como causas del agotamiento de las especies.
El sector pesquero andaluz exige claridad sobre las ayudas y condiciones laborales antes de asumir las nuevas medidas. La incertidumbre actual lleva a muchos pescadores a plantearse abandonar la actividad o desguazar sus barcos. Según Navas, las decisiones que se tomen en las próximas semanas serán cruciales para el futuro del sector.