El regreso del diestro jerezano Juan José Padilla al escenario donde la temporada pasada sufrió una de las cornadas más graves que se recuerdan, y que le costó la pérdida del ojo izquierdo, es el gran aliciente de una Feria del Pilar que arrancó el pasado fin de semana en el coso de la Misericordia de Zaragoza.
El Ciclón de Jerez está anunciado dos tardes: hoy miércoles día 10 junto a El Juli y Alejandro Talavante, en el cartel estrella del ciclo pilarista; y dos fechas después, el viernes 12, en el día grande de la feria por ser la festividad de nuestra Señora del Pilar, junto a El Cordobés y Jiménez Fortes.
Además de Padilla, otro torero que hará doblete este año en Zaragoza es el francés Sebastián Castella, que trenzará el paseíllo en la corrida de Zalduendo del día 11 y en la del sábado 13. Por tanto, Padilla y Castella son los grandes protagonistas del último “puerto de primera categoría” de la temporada, en el que los grandes ausentes son Morante de la Puebla, José María Manzanares y David Mora, además, evidentemente, del esperado José Tomás que lleva ya doce años sin comparecer en el también conocido como coso de Pignatelli de la capital aragonesa.
El torero jerezano regresa al lugar donde derramó su sangre hace un año después de haber sido intervenido de nuevo en el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega de Oviedo para intentar mejorar la elevación de su párpado del ojo izquierdo, afectado desde aquella gravísima cornada de hace un año.
El fin de la operación fue explorar el párpado superior del ojo izquierdo y tratar de reconstruir parcialmente la función de su músculo elevador, aquejado de una fibrosis traumática.
Juan José Padilla se hallaba muy contento e ilusionado, pues los doctores habían valorado la posibilidad de elevar el párpado, lo que supone un paso adelante en su recuperación.
En cuanto al ojo, dijo que el nervio óptico está perdido y que no va a recuperar la visión, pues eso sería un “milagro”.
No obstante, aseguró que, desde que lo perdió, no ha padecido ningún tipo de dificultad personal ni profesional y ha toreado ya sesenta y seis corridas, en una temporada sin ninguna inseguridad, después de haberse preparado muy fuerte.
De hecho, Padilla regresó a los ruedos en Olivenza cinco meses después del grave percance, un tiempo récord que, además, dejó en entredicho a los que auguraban su difícil regreso a los ruedos.Como él mismo confesó: “Todo está superado y ha quedado como una pesadilla