El lunes se abría el curso 2013-2014 en los cuatro institutos de la localidad, donde se imparten la Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato y ciclos formativos. Según los datos facilitados por la Delegación municipal de Educación, el IES Guadalpeña contempla 977 alumnos, el Alminares 800, Los Cabezuelos 232 y La Salle 434, lo cual suma casi 2.500 alumnos en los distintos centros de Arcos.
A falta de que trasciendan posibles incidencias estos días en torno a la falta de profesorado y otros aspectos comunes a cada inicio de curso, la principal novedad se sitúa en el IES Guadalpeña, cuya dirección ha tomado este año la decisión de adelantar un curso su proyecto de integración de los alumnos, para lo cual ha mezclado al alumnado bilingüe con el que no está acogido al programa.
El objetivo, según ha explicado el propio director del centro, Ángel Fernández, es salvar las enormes diferencias que se venían dando años atrás entre ambos grupos, facilitando la oportunidad a los alumnos menos aventajados de recuperar un cierto nivel, sin por ello menoscabar el nivel de los alumnos bilingües. Esta decisión es totalmente legal como se recoge en la normativa vigente, con lo cual no se estaría vulnerando el actual sistema -aclara el director del instituto-. Es más, esta metodología se hubiera aplicado en más de un instituto de la provincia buscando igualmente mejores resultados generales.
No obstante, esta medida no ha sido encajada de buen grado por numerosas familias que piensan que sus hijos sufrirán un retraso con el nuevo proyecto del centro. A este respecto, Fernández Salas ha señalado que la idea es que el instituto gane en heterogeneidad, con principios de calidad pero también de equidad entre el alumnado. En otras palabras, lo que se procura es que el alumnado se desarrolle en las mejores condiciones y que pueda sentirse influenciado por aquellos alumnos que gozan de mejor preparación. “Hacer que todos nuestros hijos puedan partir desde el mismo punto de salida, pero cada uno con sus capacidades podrá llegar hasta donde pueda. El objetivo del centro es que todos los alumnos tengan la oportunidad de desarrollar esas capacidades pero partiendo del mismo lugar, de una educación en equidad”.
Fernández ha aclarado que esta medida se ajusta a la Ley y a las competencias que tiene designadas, como también desmiente que tenga un carácter experimental, aunque en realidad se iba a aplicar en un principio durante el curso 2014-2015.
“Año tras año, según las estadísticas del centro, había una diferencia muy alta entre los agrupamientos que se venían haciendo hasta ahora. Se nota la diferencia entre bilingües y no bilingües en las pruebas de diagnósticos, en los resultados, en las incidencias de convivencia... y por lo tanto el centro decide que hay grupos heterogéneos donde lo importante no es ser bilingüe o no serlo, sino que todo el grupo sea el reflejo real de la sociedad en que estamos”, explica Ángel Fernández.
El director considera que el aula de los alumnos sea “un reflejo del exterior”, esperando que no cunda la alarma social, entre otros motivos porque el alumnado se somete constantemente a un proceso de evaluación. Con estas nuevas medidas, la dirección del IES Guadalpeña cree que ha de darse un mejor ambiente educativo entre los diferentes grupos que integran la oferta en Secundaria, Bachillerato, ciclos formativos y educación de Adultos.
Para los padres que temen un retraso en el proceso educativo de sus hijos, incluso una merma en sus actitudes de convivencia, Fernández manifiesta que el centro obedece a los controles legales de calidad, pero sobre todo que los cambios no tienen por qué influir negativamente en el comportamiento de sus hijos ni en su ritmo educativo.