Rosario F.P., la mujer desempleada desalojada de una vivienda protegida de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo de Sevilla (Emvisesa), después de haber ocupado la misma por la fuerza en junio de 2013 junto a sus hijas de 14 y 20 años, ha criticado este miércoles su expulsión del citado inmueble y ha anunciado que acepta la vivienda social que le fue ofrecida en otro barrio de la ciudad, asegurado que nunca se había negado a ella y que quería "negociar" con Emvisesa una solución más acorde a su situación.
Hablamos del caso de Rosario F.P. y sus hijas de 14 y 20 años de edad, quienes en junio de 2013 ocuparon sin título alguno la vivienda correspondiente al 2B del portal 2 del número 137 de la calle Medina y Galnares, propiedad de Emvisesa. La denuncia de la empresa por la usurpación de la vivienda motivó unas actuaciones incoadas por el Juzgado de Instrucción número dos de Sevilla, que este martes consumaba el desalojo a través de la Policía.
Según Emvisesa, después de ocupar la vivienda, esta mujer solicitó la adjudicación de la misma con una renta mensual de 40 euros, extremo denegado por Emvisesa porque "la adjudicación de la misma debe realizarse por el procedimiento legalmente establecido".
La mujer, siempre según Emvisesa, "indicaba que la vivienda había estado vacía desde hacía dos años", contestando la sociedad municipal que como vivienda protegida en régimen de alquiler, este piso tuvo inquilino "hasta diciembre de 2012", seis meses antes de la llegada de Rosario F.P., y estaba siendo "puesta a punto" para una nueva adjudicación.
LA OFERTA DE EMVISESA
Dado que se trataba de una unidad familiar "apta para optar a las viviendas sociales municipales que se adjudican por baremo", le habría sido ofrecida una de ellas en la avenida de Andalucía sin que mediase supuestamente contestación alguna, toda vez que en efecto el 9 de abril Emvisesa le ofreció "una vivienda en régimen de alquiler" en el número 38 de la avenida de Andalucía, según un documento de Emvisesa recogido por Europa Press y cuyo recibí firmó la aludida el 14 de abril de este año.
Finalmente, la Policía consumaba este pasado martes el desalojo de la vivienda que ocupaba Rosario merced a una orden del Juzgado de Instrucción número dos, que actuaba a consecuencia de la denuncia de Emvisesa. Tras acatar Rosario F.P. el desalojo, Emvisesa ha cambiado la cerradura de la vivienda y ha instalado una "puerta antivandalica".
Ya este miércoles, Rosario F.P. ha acudido a la puerta del Ayuntamiento con motivo del pleno extraordinario que celebraba el mismo. Ante el Consistorio, la afectada ha dicho a Europa Press que ella nunca se ha "negado" a habitar la vivienda social que Emvisesa le ofreció en la avenida de Andalucía, sino que ante esta oferta, elevó a la sociedad municipal un "escrito" preguntando "si era posible quedarme en la vivienda en la que estaba porque mi hija está escolarizada en San Jerónimo y allí tenemos a mi familia alrededor y nos ayuda, mientras en la avenida de Andalucía estaría sola".
"Quería que me dejasen quedarme allí hasta finales de curso y negociar después si me marchaba (a la vivienda social propuesta) o me quedaba donde estaba", ha explicado lamentando que la respuesta haya sido "echarme de mi casa", en alusión a la VPO que había ocupado sin que le fuese adjudicada. "Ni si quiera me han dejado sacar mis cosas", ha criticado.
Dado el caso, ha anunciado que acudirá a la sede de Emvisesa para tratar con los responsables y "ver si sigue en pie la oferta" de la vivienda social de la avenida de Andalucía. "Voy a ir a Emvisesa. Yo acepto la vivienda, nunca me he negado a ella", ha explicado.