El ecuador de la Semana Santa arcense es sinónimo de Santísimo Cristo del Perdón. Miles de arcenses regresaron tras la procesión del Prendimiento del Domingo de Ramos a la Basilica Menor de Santa María de la Asunción para presenciar una de las imágenes más sobrecogedoras de la Semana Mayor, la que muestra a Cristo clavado en la cruz ante el dolor de su Madre, María Santísima de la Piedad, y el testimonio escrito de San Juan Evangelista. La luna del Miércoles Santo, plena como Dios, iluminó naturalmente una estampa que arcenes y visitantes veneran. Las sagradas imágenes aparecieron radiantes en el paso cuyos avances en el dorado son manifiestamente relucientes. Ya queda menos tras el estreno del dorado de los laterales del paso, a falta teóricamente de los costeros.
El desfile discurrió tras una magnífica salida donde bien se aprecia el esfuerzo de los costaleros que dirigen Raúl Zarzuela y Damián Márquez, sobre todo en el siempre complicado descenso por las escalinatas de Santa María. Puso música a la escena la banda de cornetas y tambores de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Arahal. Asimismo, destacada fue la presencia de niños en la procesión, que así se adentran en la tradición de sus familias.
Enfilando la calle Corredera con un largo acompañamiento de hermanos de fila vestidos con sus clásicas túnicas blancas y antifaz morado, la típica imagen devocional del Miércoles Santo transcurrió entre muestras de admiración, fe, alguna saeta y una lluvia fotográfica para retratar el sufrimiento de un hombre al que llaman en Arcos ‘Del Perdón’.