Las últimas citas plásticas de la Semana ya están en las calles de Arcos. En primer lugar con la hermandad del Dulce Nombre, desde San Francisco; y la Soledad, desde San Pedro. La primera ha mostrado la tradicional gracia de la pequeña talla del Niño Jesús y en el segundo paso a su Madre de la Quinta Angustia portando al Santísimo Cristo de las Penas entre sus brazos. El segundo desfile, con el mismo sentido luctuoso, hace lo propio con la urna donde yace Cristo y el palio de Nuestra Señora de la Soledad. Arcos vive así una gran Semana Santa, en la que no han faltado alicientes y novedades, como la exposición de los carteles gigantes y la de escudos cofrades en el barranco San Miguel. El tiempo, o tal vez el mismo Dios, ha querido que la Semana Santa de Arcos luzca este año en todo su esplendor al permitir la salida procesional de sus diez hermandades de penitencia.
