El cierre académico de la Universidad de Sevilla como consecuencia del estado de alarma para intentar frenar la propagación del coronavirus no sólo tiene efectos sobre las clases presenciales de los más de 60.000 estudiantes que estudian en esta institución.
La Universidad de Sevilla cuenta con 5.000 animales destinados a la “investigación de calidad” en el Instituto de Biomedicina (en el campus del Virgen del Rocío) y en las facultades del área de la Salud. Dichos animales están en el Centro de Experimentación Animal, ubicado en el Centro de Investigación, Tecnología e Innovación de la Universidad de Sevilla (CITIUS) Manuel Losada Villasante, que ha sido considerado por el Rectorado de la Hispalense como un “servicio esencial” en cuanto al mantenimiento de los animales, de manera que se han establecido servicios mínimos, confirman fuentes oficiales de la Universidad.
Tres días en semana (lunes, miércoles y viernes), en horario de mañana, técnicos del animalario son los encargados de mantener “activo el servicio de supervivencia de los animales que hay en el centro”. No así la “producción” de nuevos animales, que ha quedado “paralizada”.
Este laboratorio es “imprescindible” para las investigaciones que se realizan en distintas áreas de la Universidad de Sevilla. Los trabajos que se hacen con los animales que hay en el Centro de Experimentación Animal son caros en lo económico y costosos en cuanto al tiempo invertido, por lo que un parón o desatención de los animales puede dar al traste con años de investigación de los científicos, explican investigadores relacionados con este servicio de la Universidad.
El Centro de Experimentación Animal está ubicado en uno de los últimos edificios inaugurados por el Rectorado de la US, el CITIUS Manuel Losada Villasante. Se abrió oficialmente en febrero de 2018. La inversión superó los diez millones de euros, de los cuales 2,5 se destinaron a equipamiento científico. Cuenta con una superficie de 4.000 metros cuadrados, en los que hay áreas destinadas a la generación de animales modificados genéticamente, experimentación y mantenimiento de mamíferos convencionales y la zona de mantenimiento, cría y experimentación de anfibios, reptiles y peces.