Cada 16 de abril se celebra el Día Mundial contra la Esclavitud infantil. ¿Esclavitud? Pero estamos en el siglo XXI, eso aparece ya solo en las películas ¿no? Aunque parezca sorprendente, en pleno siglo XXI no solamente no existen personas que viven esclavizadas sino que una gran parte de ellas son niños.
Este día aparece señalado en nuestro calendario desde que en 1995 un pequeño de 12 años llamado Iqbal Masih fuera asesinado. Iqbal había sido vendido por su padre a una fábrica de alfombras de Punjab (India) a la edad de 4 años porque necesitaba un préstamo para pagar la boda del hijo mayor.
La Esclavitud es un sistema en el que las personas son tratadas como propiedad, son vendidas, compradas y obligadas a trabajar o realizar determinadas tareas. También puede deï¬nirse como el sometimiento excesivo por el cual se ve sometida una persona a otra, o a un trabajo u obligación.
Los documentos y las pruebas sobre la esclavitud se pueden encontrar en casi todas las culturas y continentes. Los indicios encontrados en los textos antiguos, como el Código de Hammurabi, de la región de la Mesopotamia en el segundo milenio antes de Cristo, ya contienen referencias a la esclavitud como algo de uso normal y natural, incluso grandes ï¬lósofos como Aristóteles, la defendían. Registros de las grandes civilizaciones como Mesopotamia, Egipto, la maya o la azteca están llenos de referencias a la esclavitud vinculada a las guerras. Los vencedores hacían prisioneros de guerra y los utilizaban como mano de obra o para servir en las tareas del hogar. Otra forma de esclavitud diferente fue el tráï¬co de esclavos africanos o trata de negros, que iniciaron los árabes en el siglo VII y fue convertido por los países europeos en un negocio a gran escala tras el Descubrimiento de América.
El 23 de agosto de 1833 se aprobó la Ley de abolición de la esclavitud por la que desde el 1 de agosto de 1834 quedaban libres todos los esclavos de las colonias británicas. La esclavitud se abolió en las colonias inglesas en 1838, en las francesas en 1848, en Estados Unidos en1865, en Puerto Rico en 1873 y en Cuba en 1886.
En pleno siglo XXI existe la llamada esclavitud moderna, que no cumple la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En la actualidad millones de personas viven como “esclavos modernos”. Es decir, obligadas a trabajar en condiciones infrahumanas sin que pueda negarse debido a las amenazas o el abuso de poder. La principal causa de la esclavitud moderna es la pobreza.
Entre las formas más destacadas de esclavitud en el mundo actual podemos mencionar: El trabajo en servidumbre, el trabajo forzoso, la explotación sexual, la trata de personas, principalmente personas desesperadas que pagan fortunas a las mafias por salir de sus países, el matrimonio infantil forzado y el trabajo infantil.
¿Trabajo infantil? Sí. En el mundo existen muchos niños y niñas que se ven obligados a trabajar bajo régimen de explotación para el beneï¬cio de terceras personas. Por ejemplo en las minas de mineral de Coltán del Congo, en las fábricas textiles asiáticas que trabajan para las grandes marcas de ropa occidentales, en las canteras de materiales de construcción de la India, explotadas sexualmente por los turistas como en Tailandia o trabajando en los campos de cultivo de algodón, de café o de caña de azúcar en Costa de Marfil.
La esclavitud moderna va en contra de la Declaración de los Derechos del niño por la que se recogen derechos como el de igualdad; una protección especial para el desarrollo físico, mental y social del niño; El derecho a un nombre y a una nacionalidad desde su nacimiento; a una alimentación, vivienda y atención média adecuada; a una educación gratuita y a un trato especial y sobre todo el derecho a la protección contra cualquier forma de abandono, crueldad y explotación que asegure que sean criados con un espíritu de comprensión, tolerancia y amistad.
A pesar de ello, según las cifras que maneja la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el mundo hay 218 millones de niños entre 5 y 17 años ocupados en la producción económica, y, entre ellos, 168 millones son víctimas de trabajo infantil. Por ejemplo en África 1 de cada 5 niños sufre vive en situación de trabajo infantil.
Mi opinión personal es que los traficantes que se dedican a la esclavitud tienen una mente muy primitiva y es increíble que todavía se siga abusando de personas con muchas necesidades por falta de conocimiento, educación o cultura.
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Alumnos del IES La Atalaya y el IES Los Molinos participan con sus trabajos con el periódico Viva Conil divulgando sobre ciencia y otros temas importantes en su realidad cotidiana. En esta ocasión ha sido redactado por Julia Sanz, alumna de 1º ESO B del IES Los Molinos.
