Rafael López, un aficionado a estos deportes y que los practica durante todo el año, no entiende los motivos por los que durante los meses de verano no pueden seguir navegando en la zona habitual, frente al módulo de Cortadura donde además se sitúan las escuelas municipales de estos deportes. “Tenemos todo para que mucha gente se pueda beneficiar en unos días en los que nadie quiere ir a la playa”. Se refiere evidentemente a esos días en los que el fuerte viento hace casi imposible pasar un día de playa, que precisamente son los días ideales para practicar surf, kitesurf o windsurf, que necesitan de fuertes vientos y grandes olas para la práctica de los aficionados más experimentados.
Según indica Rafael, la mayoría de aficionados no quieren navegar en la zona asignada por ser “peligrosa al estar rodeada de piedras”, además de otros motivos como estar “alejada de la ciudad (siendo obligado ir en coche), de la escuela, de la embarcación de rescate, de los servicios de playa y también se podría incluir de los chiringuitos, que se podrían animar bastante con la presencia de muchos deportistas”.
Por ello, reclaman que se les permita la práctica en la zona de siempre, ya que además de lo citado anteriormente, “cuando se reúnen las condiciones idóneas para la práctica de estos deportes es justo cuando empiezan a no ser las adecuadas para el baño y dejan de prestarse los servicios de alquiler de embarcaciones”.
Debido a esto último, Rafael López añade además que podría ser muy positivo para ciudad permitir esta práctica en esa zona, siendo beneficioso principalmente para el sector turístico y hacer de Cádiz una competencia directa de Tarifa, la cuna de estos deportes: “Permitir la práctica en esta zona supone también la cercanía de los servicios de Salvamento en caso necesario, algo que no ofrece ningún municipio vecino, ni siquiera Tarifa y todos los deportistas demandan. De ser así vendrían muchos aficionados a practicar a Cádiz en esos días en los que el baño es casi imposible, siendo además un reclamo para turistas y llenándose la playa de curiosos, así como los chiringuitos. El ejemplo está en Tarifa, donde la gente va a pasear, observar y fotografiar a los que practican estos deportes, y los chiringuitos están llenos”.
