Dinámica y emprendedora, esta ama de casa, empresaria y a poco más de un mes de convertirse en madre, afirma que “las mujeres tenemos un don especial para la administración de todo tipo de tareas: ya sea en la casa, en el trabajo o en la vida”.
Por ello, no se sorprende al escuchar que la mortandad de las empresas creadas por mujeres en Jerez es un 30 por ciento más baja que en las impulsadas por hombres, ya que “las mujeres somos únicas en llevar hacia delante varias cosas a la vez: casa, familia, trabajo, y muchas veces si fracasamos en nuestra empresa es una frustración personal, como si de un familiar muy cercano se tratase. Cuesta mucho poner en marcha una proyecto, y muchas veces no se busca tanto el beneficio económico, que siempre está, como la satisfacción de lo personal, y en mi caso, particularmente, mi padre me ayudó mucho a montar el negocio, por lo que si fracasara sería como fallarle a él”.
Respecto a las ayudas que las distintas administraciones públicas ofrecen para la puesta en marcha de proyectos empresariales afirma que “aún están muy lejos de ser realmente eficientes, ya que muchas veces quedan en papel mojado”. Eso sí, se muestra “encantada” de los beneficios a los que en breve podrá acogerse por ser madre trabajadora “aunque se debería valorar más, como hacen en los Países Nórdicos”.
Por último, reconoce que la crisis le está afectando, “pero lo importante es saber adaptarse a los nuevos tiempos y luchar por lo que uno quiere”.
