Bajo el cielo templado de mayo y con la brisa atlántica como testigo, Conil volvió a convertirse en un plató de emociones, talento y reflexión cinematográfica. La segunda edición del Festival Internacional de Cortometrajes Conil de Cine cerró su programación con una ceremonia de clausura repleta de rostros conocidos, abrazos de compañerismo y un público entregado al séptimo arte.
Las organizadoras del certamen, Raquel Guerrero, Noelia Muñoz e Isabel Sánchez, integrantes de la productora Niñas Films, encabezaron una gala que sirvió de broche de oro a tres jornadas intensas de proyecciones, coloquios, mesas redondas y master class. Acompañadas por profesionales del sector y un público entusiasta, hicieron entrega de los galardones a los cortometrajes y documentales más destacados de esta edición, así como del Premio de Honor a la cineasta Juana Macías, una de las voces más personales del cine contemporáneo español.
Aunque Macías no pudo estar presente en la gala, su espíritu impregnó la velada a través del reconocimiento a su trayectoria y la proyección de su película Las chicas de la estación, que fue seguida de un coloquio con la actriz María Steelman, quien recogió el galardón en su nombre.
Un festival que habla de lo que importa
Uno de los grandes aciertos del certamen ha sido, un año más, su capacidad para mirar de frente a la realidad. La sección Objetivo Diversia, dedicada en esta ocasión a visibilizar el Alzheimer, emocionó con propuestas sensibles y comprometidas. El cortometraje "Momentos que valen una vida" se alzó con el premio en esta categoría, patrocinada por AFA Conil y la Comunidad Audiovisual Cine Cádiz.
En paralelo, el festival volvió a poner el foco en el cine quinqui a través de la sección Objetivo Quinqui, que incluyó el coloquio Cine marginal del siglo XXI con la participación de Juana Macías y Yayo Herrero, y que se completó con la proyección de Las chicas de la estación.
Zona de Industria: un semillero de conocimiento
Más allá del brillo de los premios, el verdadero corazón de esta edición ha latido con fuerza en la Zona de Industria, un espacio donde la formación, el debate y la transmisión de experiencia ocuparon un lugar central. El recinto de La Chanca y la Casa de la Cultura acogieron charlas con nombres propios del sector audiovisual, como la realizadora Manuela Burló Moreno, el productor José Manuel Zamora, el experto en VFX Pablo Otero, o el productor Rafa Caballero, entre muchos otros.
Durante los tres días del festival, se sucedieron ponencias y encuentros como Panorama Andaluz, Desayuno con Guerreros, Focus Talento Andaluz, Cómo vender tu proyecto a una plataforma, o Del guion a la pantalla, todos ellos orientados a conectar la teoría con la práctica y a tender puentes entre la creación independiente y las grandes plataformas.
Los ganadores del certamen
Entre los cortometrajes premiados destacan "Una cabeza en la pared", galardonado como Mejor Cortometraje Nacional y también en la categoría de Mejor Fotografía, y "The Man Who Could Not Remain Silent", que obtuvo el premio al Mejor Cortometraje Internacional. El documental "The Fenetre", premiado por Fundación La Caixa, y el corto de animación "Buffet Paraíso", completan un palmarés en el que también figuran propuestas como "Líbranos del mal", reconocida como Mejor Ópera Prima, y "Periquitos", ganadora del Premio del Público.
El galardón RC Service al Talento Nacional fue para Alejandro Bordier, mientras que el jurado otorgó una mención especial al actor Román Rymar, por su papel en Tito.
El jurado estuvo compuesto por destacadas figuras del audiovisual: la directora Manuela Burló Moreno, el programador Pedro Mateo, y el director de Abycine, José Manuel Zamora.
Conil, escenario y protagonista
Más allá de las proyecciones y premios, Conil de Cine ha demostrado ser un festival con vocación. Vocación de encuentro, de altavoz para nuevos talentos, de reflexión sobre el presente y futuro del cine. Todo ello, sin perder de vista el poder transformador de las historias bien contadas.
Esta segunda edición ha confirmado que Conil es un escenario natural privilegiado y un punto de referencia para la industria cinematográfica andaluza y nacional. Y lo ha hecho con la misma naturalidad con la que sus organizadoras —actrices, productoras, creadoras— han tejido una red que une el arte con el compromiso, y la pasión con la profesionalidad.
