Más de un centenar de profesionales sanitarios se han concentrado en la mañana de este lunes en la puerta de Consultas Externas del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba para manifestar su repulsa ante cualquier tipo de violencia, después de las agresiones sufridas recientemente por profesionales del hospital.
Según ha indicado la Junta de Andalucía, la concentración, en la que se ha guardado un minuto de silencio, se ha convocado desde la dirección gerencia del Hospital con el fin de concienciar a la sociedad frente a este tipo de conducta.
La delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, María Ángeles Luna, ha participado en este acto y ha recordado que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) impulsó en abril de 2005 el 'Plan de prevención y atención de agresiones para profesionales del sistema sanitario público andaluz' "con el objetivo de dotar a los profesionales de la sanidad de las medidas de seguridad y la formación necesarias para minimizar las posibles agresiones que puedan sufrir en sus centros de trabajo".
La prevención de situaciones de conflictividad que puedan derivar en agresión es uno de los ejes fundamentales del plan, de ahí la importancia de la formación de los profesionales en el manejo de situaciones de riesgo y la introducción, en los centros sanitarios donde sea necesario, de las medidas de seguridad que posibiliten un ambiente de confianza para profesionales y usuarios.
En este sentido, Luna ha señalado que en Córdoba "la Consejería de Salud ha ido implantando herramientas que permitan a los profesionales no sólo poder alertar ante una situación que pueda derivar en una agresión, sino también medidas de disuasión".
Concretamente, Córdoba cuenta con 3.217 medidas (491 cámaras de seguridad, 126 GPS en las ambulancias, 47 interfonos, 1.425 software antipánico, 345 teléfonos o 436 timbres en consultas, entre otras).
Además, el plan establecía la creación de un registro --puesto en marcha desde abril de 2005-- en el que se notifican las agresiones sufridas por los profesionales y, en función de los riesgos percibidos a partir de este registro, se concretan las medidas de seguridad a instalar, que pueden ir desde dispositivos de alarma o interfonos en las consultas hasta salidas alternativas en consultas, que los profesionales realicen su labor acompañados o la instalación de videocámaras de vigilancia en espacios abiertos, preservando la intimidad en todo momento de los pacientes y profesionales.
Por su parte, la gerente del Hospital Reina Sofía, Marina Álvarez, ha explicado que "el Plan establece un protocolo de actuación, en el que se recomienda a los profesionales qué hacer ante una agresión física o verbal".
AYUDA DE TERCERAS PERSONAS
La primera medida que se aconseja a los profesionales es solicitar ayuda a una tercera persona (personal de seguridad o un compañero) para manejar la situación y, al mismo tiempo, para que pueda ser testigo de los hechos. Si la situación persiste, se recomienda avisar a los Cuerpos de Seguridad para que se personen en el centro y notificar el hecho al responsable del centro sanitario. Además, en el marco del Plan, el trabajador afectado contará, desde el primer momento, con apoyo psicológico y asesoramiento jurídico.
Luna ha señalado que cada año se llevan a cabo en los centros sanitarios públicos más de 100 millones de actuaciones (consultas, urgencias, ingresos, visitas domiciliarias, dispensación de medicamentos o traslados), además cada día pasan por los hospitales miles de personas que visitan a sus familiares o bien los acompañan en sus citas médicas o pruebas.
"Afortunadamente, la mayoría de las actuaciones sanitarias se producen con normalidad, pero debemos seguir insistiendo en el mensaje de violencia creo, para que cada vez hablemos de menos profesionales agredidos verbal o físicamente", ha apuntado Luna.
En este sentido, la delegada ha agregado que "nuestra comunidad no presenta, en relación con la inmensa actividad desarrollada y en comparación con otros sistemas de salud, niveles elevados de incidencia aunque para evitar cualquier agresión ya sea física o verbal ha sido el SAS, el primer servicio público de salud que ha puesto en marcha un Plan --con el consenso de todos los sindicatos de la Mesa Sectorial de Sanidad-- para prevenir y evitar estas agresiones y para dotar a sus profesionales de la asistencia jurídica y psicológica que requieren en el caso de que lleguen a producirse, entre otras medidas e iniciativas".
REGISTRO
En lo que llevamos de año el Registro de agresiones a profesionales sanitarios ha contabilizado un total de 13 agresiones en la provincia de Córdoba, dis de ellas físicas. Esta cifra es muy similar a la del mismo periodo del año anterior, cuando se registraron once agresiones, una física.
Por otro lado, en el 2016 el Servicio Andaluz de Salud registró un total de 171 agresiones, una cifra superior a las 148 registradas en 2015, aunque el número de agresiones físicas descendió considerablemente, siendo 33 las contabilizadas el pasado año frente a las 40 del 2015.
Por categorías, en Andalucía la mayoría de las agresiones las sufre el personal sanitario y casi la mitad, las profesionales de Enfermería (49%), seguidas muy de lejos por los médicos de familia (11,32%). La causa que motiva la agresión por parte del usuario es desacuerdo con el trato o conducta en el acto del profesional o sin causa aparente en un 60 por ciento de los casos.