Menudo calvario les espera a los aficionados béticos de aquí al final de Liga. Y aún restan dos jornadas para que esta pesadilla toque a su fin; pensará el beticismo.
Pues aunque todo el pescado ya está vendido en el equipo verdiblanco desde el pasado sábado, los futbolistas del Betis volvieron a demostrar la falta de lealtad hacia un escudo que continúa manchándose cada jornada y que hasta una pancarta de béticos desplazados a Almería, reclamaban como único símbolo de honra que queda.
En lo puramente deportivo, el Betis salió al estadio de los Juegos Mediterráneos a verlas venir. Después de un auténtico tostón de primera parte en la que las múltiples intervenciones de Adán evitaron que el rival se adelantara; los goles se reservaron para el segundo periodo.
Así, sería Óscar Díaz quien inaugurase el luminoso en el minuto 52 de encuentro culminando un centro raso desde la derecha de Aleix Vidal.
Sin embargo, una dura entrada de Suso a Perquis tras el tanto de su compañero, vino acompañada de la tarjeta roja y su consecuente expulsión.
El Betis aprovechó su superioridad en el campo y gracias a los goles de Braian y Salva Sevilla (pitado durante todo el partido por celebrar su diana), voltearon el marcador.
La victoria verdiblanca parecía cerca pero Vidal en el 77’ empataba el choque y ya en el descuento, Azzez, sin marca, en área pequeña, remontaba el duelo con un testarazo que desataba la locura en la grada. Papelito del Betis.
