Los que superamos los cuarenta y tantos, recordamos una telenovela que se titulaba “Los ricos también lloran” que contaba las desdichas de una rica familia y las personas que trabajaban en su casa. Al conocer los datos que les voy a relatar no he podido evitar acordarme del título y pensar en Beardo y su Equipo de “No-Gobierno”, ¡Pues si!, lloran mucho, pero se les han acabado las excusas.
En estos días, con motivo de tener que pedir un nuevo préstamo para pagar a proveedores por tener las cifras del periodo medio de pago en 270 días cuando la ley determina que deben ser 30, hemos conocido que el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María cerró 2.021 con mas de ochenta millones de euros en las cuentas municipales. Si, increíble pero cierto. Como dirían en Cádiz, ¡un bastinazo! Una no acierta a imaginar qué puede estar pasando por la cabeza de Germán Beardo y su Equipo para haber sumido al Ayuntamiento en la absoluta parálisis a pesar de contar con una cantidad liquida tan importante en los bancos. Porque cuando uno no tiene dinero, pues se ve limitado en la gestión, pero teniéndolo … no tiene perdón no hacer nada.
Desde que se inició el mandato, Vox ha pedido en el pleno municipal en reiteradas ocasiones dos cosas, la primera que se realizara una bajada generalizada de impuestos y tasas municipales. Esta petición se vio refrendada con la liquidación de 2.019 que arrojó un saldo positivo de veintisiete millones de euros (27.000.000), y por el comentario del portavoz de Beardo, Javier Bello, de que la liquidación de 2.020 sería una cifra incluso mayor. ¿Qué sentido tiene exprimir a impuestos a los ciudadanos cuando te sobran del presupuesto veitisiete millones de euros? La otra petición reiterada era la de modificar en profundidad el plan de ajuste, que desde su aprobación en 2.013, y su reformulación en 2.014, ha sido modificado en setenta y tres ocasiones.
El dato se conoce por sorpresa debido a la fase oscura que este Ayuntamiento está viviendo en materia económica. Beardo no ha aprobado en casi tres años de mandato ni un presupuesto ni una plantilla presupuestaria de personal, por lo que los datos de 2.018 ya no son un referente para 2.022. Tampoco ha aprobado las liquidación de 2.020 ni las de 2.021. Ahora sabemos que mientras que el termino municipal está lleno de boquetes, de pasos de peatones por pintar, de edificios municipales cerrados por rehabilitar, de vacantes estructurales por cubrir, y de inversiones y subvenciones que se pierden porque no hay quien las tramite, alguien se dedica a mirar los extractos bancarios sintiendo el placer del enano de El Señor de los Anillos: ¡es mi tesooorooo!
Lo siguiente es conocer si el tener en deposito a la vista esos ochenta millones de euros le está costando al Ayuntamiento un coste financiero. Eso ya sería el remate. Vox presentará esta semana una consulta a la Tesorería Municipal para averiguar ese dato