La nueva secretaria norteamericana de Estado, que dedicó la jornada a encuentros con las autoridades de Israel en Jerusalén y hoy lo hará con las palestinas en Ramala, insistió una y otra vez que la solución de dos estados está tan viva como hace dos meses, antes del relevo de presidentes en la Casa Blanca.
“Nuestra premisa es llegar a la inevitable solución de dos estados”, manifestó Clinton en una rueda de prensa en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores tras reunirse con su homóloga israelí, Tzipi Livni, que le dio la razón porque, también para ella, es “la única forma de preservar un estado judío y democrático”.
Clinton precisó que la Administración estadounidense del presidente Barack Obama considera esa política como “parte de una solución global para garantizar la paz entre israelíes y palestinos, así como con los vecinos árabes”.
“El presidente Obama y yo creemos que el lazo que une a EEUU con Israel, y el compromiso con la seguridad de Israel y su democracia permanecerá como algo fundamental, inquebrantable y duradero”, dijo.
La secretaria de Estado comenzó su apretada agenda de trabajo con el presidente israelí, Simón Peres, viejo conocido desde el proceso de paz de Oslo que su marido, el ex presidente norteamericano Bill Clinton, apadrinó entre 1993 y 2001.
Ante Peres ya adelantó Clinton “el compromiso y el de Obama” para con la solución de dos estados, a la vez que expresó su apoyo al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), el moderado Mahmud Abas, y al primer ministro palestino, Salam Fayad, con los que se entrevistará hoy.
Un apoyo que Livni le extrajo nuevamente a Clinton al dividir la región entre “moderados y radicales” y alentarle, paralelamente, a condenar los ataques con cohetes del movimiento islamista Hamas contra territorio israelí.
“Ninguna nación puede tolerar estos ataques contra su población y su territorio”, declaró a continuación Clinton, que este lunes participó en Egipto en la conferencia de países donantes para Gaza tras la ofensiva militar israelí en la franja palestina controlada por Hamas, que costó la vida a 1.400 personas, en su mayoría civiles.
Clinton propuso un alto el fuego en ese territorio palestino como primer paso hasta que se forme el nuevo gobierno de Israel, que todo parece indicar que, tras las elecciones del pasado 10 de febrero, estará dirigido por el líder conservador, Benjamín Netanyahu.
En su entrevista con Netanyahu por la tarde, de más de una hora de duración y celebrada en un hotel de Jerusalén, no habló Clinton del estado palestino ni de visiones de paz, al menos así lo aseguró el líder del Likud.
Fuentes de la delegación estadounidense matizaron no obstante a la edición electrónica del diario Yediot Aharonot que “el tema está presente y será tratado en el momento adecuado”.
“Por el momento, sin haber aún gobierno en Israel, no hay necesidad de ponerlo sobre la mesa”, agregaron las fuentes.
La creación de un Estado palestino al lado de Israel es en principio el tema más candente en las relaciones de la Casa Blanca con Netanyahu, que rechaza hablar de independencia para los palestinos.
Tampoco parece haber demasiada fluidez en la comunicación entre ambos sobre el programa nuclear de Irán, que Obama quiere intentar resolver mediante una nueva iniciativa diplomática.
Sin embargo, para el encargado de formar el nuevo gobierno israelí, el reloj de la bomba nuclear iraní se detendrá a fines de 2009 o principios de 2010, por lo que apremia, no un estado palestino, sino una solución a la amenaza iraní. Netanyahu pidió a Clinton poner “un límite de tiempo” a las iniciativas de diálogo con Teherán.