La Asociación Jaén Debate ha aportado luz sobre el futuro expediente de la Catedral de Jaén a Patrimonio Mundial con la celebración de la conferencia ‘La elaboración de la candidatura de los Dólmenes de Antequera a Patrimonio Mundial de la Unesco’, a cargo del director del conjunto arqueológico Dólmenes de Antequera, Bartolomé Ruiz González, en la Biblioteca Provincial.
Acompañado por el presidente de Jaén Debate, Miguel Conejero, y presentado por Pilar Palazón, el arqueólogo conservador del Patrimonio de la Junta de Andalucía concretó que lo más importante es “la integridad del expediente administrativo”, ya que es determinante para los evaluadores, a la vez que señaló que es imprescindible “un claro y amplio proceso de investigación sobre el bien a declarar”.
En esta línea, Bartolomé Ruiz puso el acento en que “todas las tutelas del patrimonio histórico se basan en la investigación, en un proceso continuado que velará por la protección, conservación y una difusión correcta”.
Por otro lado, el experto reconoció que los apoyos al expediente, el apego de la ciudadanía con sus muestras de apoyo, son importantes, pero no determinante para los evaluadores. En la misma línea se pronunció sobre la armonía entre las administraciones públicas. “Lo determinante es el expediente y la investigación en la que se basa”, reconoce Ruiz.
En este sentido, la futura candidatura de la Catedral de Jaén podría ir bien encaminada en cuanto a la investigación, debido a la responsabilidad de la Universidad de Jaén, que ha asumido el liderazgo académico con la celebración, por el momento, de dos simposios científicos que proporcionarán documentación al expediente.
En el último encuentro científico, sobre los bienes muebles de la Catedral de Jaén, los expertos han puesto el foco en el carácter internacional del templo a través de su patrimonio artístico, puesto en duda en el informe negativo que ICOMOS emitió al expediente de la Catedral a Patrimonio de la Humanidad.
En el caso de los dólmenes de Antequera, la celebración de un Simposio internacional organizado por la Unesco, el Gobierno Central y la Junta de Andalucía fue “imprescindible” para encontrar las coordenadas perfectas para su declaración y su propuesta como “bien cultural en serie”. Se centraron en la orientación de dos de los tres dólmenes de la necrópolis antequerana. El expediente arrancó en 2011 y en 2016 fue declarado Patrimonio Mundial.
