Según Francisco Mena, “nos consta que hace ya aproximadamente dos años” que estos dispositivos están sin funcionar. Antaño, el puente se abría o cerraba conforme pasaban embarcaciones de recreo y de pesca, si bien en los últimos tiempos nadie está utilizando este tramo del río. Con el tiempo, “los temporales y el nulo mantenimiento” acabaron por convertir en un trasto inservible las dos partes del puente flotante, que ahora están dispuestas junto a la orilla sin ningún fin determinado.
El estado de abandono queda también patente en la caseta situada junto al río desde la que se accionaba el interruptor que ponía en marcha un motor que abría y cerraba el puente. Los cristales están rotos y en el interior, las instalaciones presentan un estado lamentable de falta de mantenimiento y suciedad.
El río ha quedado, desde que se produjo la avería, completamente abierto al paso de cualquier embarcación desde la playa, y como ha podido constatar este diario, no existe ningún dispositivo de vigilancia que impida a los alijadores hacer uso de este tramo del río, navegable hasta la Estación de San Roque. Mena comentó que tiene conocimiento “por parte tanto de los vecinos como de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado”, de que se está utilizando con frecuencia esta carencia en la seguridad para alijar en el río Guadarranque.
Falta de calado
Mena puso de manifiesto que las embarcaciones de patrulla de la Guardia Civil “no tienen calado” para salir en persecución de las pequeñas lanchas neumáticas que surcan este tramo del río con droga escondida. Incluso las motos de agua, que según Mena pueden tener una capacidad de almacenaje de droga de hasta 150 kilogramos, y no ocultas como en el caso de vehículos de carretera, sino totalmente al descubierto.
Ante la dificultad de los agentes que van en patrulleras de dar caza a estos delincuentes, con mucha frecuencia, al descubrir alijos de este tipo se da parte para que los traficantes sean interceptados en la Estación de San Roque.
No obstante, y como recalcó Mena a este diario, los alijadores del Guadarranque “han tenido cientos de sitios a ambos lados del río donde descargar su mercancía” antes de que la lancha sea interceptada.
Desde Alternativas comentaron que van a instar a la Subdelegación del Gobierno en la provincia para que “quien corresponda” se haga cargo del mantenimiento de una instalación “tan importante” para evitar al tráfico de estupefacientes hacia el interior del Campo de Gibraltar. “La instalación de este sistema de blindaje en el río nació como consecuencia de la constatación de que se utilizaban los ríos para la introducción de droga en la comarca”, recordó Mena.
Para Mena, “está muy bien que podamos contar con el excelente trabajo de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y los sistemas de detección de este tipo de delincuencia que representa, por ejemplo, el SIVE”, pero quiso dejar claro que “si este dispositivo estuviera funcionando podríamos hacer una lucha contra el narcotráfico mucho mejor”, manifestó.
Por último, Mena puso de manifiesto que el Guadarranque no es el único río de la comarca que se utiliza para alijar droga. Tanto el río Guadiaro como el Palmones son otros dos puntos por los que la introducción de estupefacientes es algo habitual.
Barbate
La denuncia efectuada por Francisco Mena al respecto del estado en que se encuentra el puente de balsas flotantes en el río Guadarranque, junto a la playa, se suma a la que el propio presidente de Alternativas lanzó como responsable máximo de le federación Nexos en Barbate.
En este caso, la avería del sistema que servía de barrera a los alijadores en el río Barbate llevaba “meses” estropeado, y tildaba de “intolerable” que este puente, “instalado en el año 2001, haya sufrido desperfectos” sin que nadie lo arregle.
Al mismo tiempo, surgió cierta polémica a raíz de las declaraciones del alcalde del municipio, el socialista Rafael Quirós, en las que señaló que el Consistorio no tenía intención de hacer frente a la reparación “debido a la precaria situación económica que atraviesa”.
Para Mena, las declaraciones de Quirós estaban “fuera de tono”, ya que existía un convenio y unos compromisos adquiridos por parte del Consistorio. En este sentido, indicaron al primer edil que si “no quiere seguir” con el convenio sobre el mantenimiento de las instalaciones, “que corresponde a la administración local”, tiene “el deber de denunciarlo para ponerle fin”, pero que “no es de recibo que la situación continúe durante más tiempo”.
Al igual que ahora manifestaba ante EL FARO INFORMACIÓN la máxima urgencia para acometer la reparación de las balsas flotantes en San Roque, a Mena le da igual quién acometa la tarea, siempre y cuando la carencia se subsane enseguida.
En términos generales, Mena recordó que los métodos para combatir el narcotráfico “nunca son suficientes, máxime en una provincia que se ve especialmente afectada por este gravísimo problema”. El presidente de Nexos hizo también referencia a que, de cara al turismo, “siempre será mejor que estén presentes medios e infraestructuras para la erradicación de la droga".