Los hechos habrían tenido lugar entre las 3.30 y las 3.56 horas de la madrugada del pasado viernes al sábado. A esa última hora es cuando se estampa la firma de los reclamantes. Según el relato de los hechos efectuado por parte de uno de los firmantes, Miguel Galán Soler, cuando él y varios de sus acompañantes habían entrado ya en el local el portero detuvo el paso a uno de los integrantes de la comitiva, Joaquín Heredia Nieto, de etnia gitana.
Galán Soler hizo constar en sus declaraciones a este diario que Heredia”cumplía los requisitos de la sala en cuanto a vestimenta y calzado”, y aún así le negaron el acceso. Al preguntar los miembros del grupo la razón, Galán comentó que el portero le comunicó que “desde el pinganillo le habían indicado que tras verle desde dentro en la cámara, le dijeron que éste no entraba”.
Al observar en este instante un supuesto caso de marginación por raza, los 13 acompañantes de Heredia y el propio afectado suscribieron la citada hoja de reclamaciones.
No obstante, Galán Soler quiso hacer constar que, tras rellenarse la hoja, el portero la enrolló y se la quedó en la mano, sin firmarla. Al instarle a firmarla, y sólo después de amenazar a la sala con avisar a los servicios del 091, se les concedió la petición.
La reclamación entró en la Oficina Municipal de Consumo (OMI) ayer lunes 23, con el número de registro de entrada 3.392.En ella se recoge la firma de todos los implicados.
Se da la circunstancia de que los 13 acompañantes de Joaquín Heredia son integrantes del Comité Técnico Andaluz de Entrenadores de Fútbol en su subdelegación de Algeciras. Los miembros del comité venían de realizar una cena y decidieron entrar en la sala de fiestas, pensando que cumplían con todos los requisitos necesarios para ello.
Tribunales
Miguel Galán Soler, que se ha erigido en portavoz del grupo de reclamantes, anunció que planean ir más allá de la formulación de esta hoja de quejas y reclamaciones, y que estudian la posibilidad de demandar a la discoteca por los hechos de la noche del viernes al sábado.
De igual modo, el reclamante quiso hacer constar que no hay ningún cartel o aviso que indique que se trate de una zona videovigilada, en referencia a lo que les había manifestado el portero, por lo que se preguntó sobre la legitimidad en el uso de estos dispositivos.
Este diario trató ayer de ponerse en contacto con la discoteca a fin de conocer su opinión sobre los hechos, tanto por el teléfono recogido en su página web como a través de su correo electrónico, siendo infructuosas ambas tentativas.
Según un informe emitido por la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) indica que han duplicado las reclamaciones a locales de ocio respecto a 2008. De las 22 reclamaciones, 19 fueron impuestas a discotecas.
