El tiempo en: Málaga
Sábado 27/04/2024  

Málaga

Exclusiva

Málaga, más bares que almas para el arte

Un ingeniero chileno opta por abrir una galería pictórica, de las seis que hay en el centro, frente al más del millar de locales de hostelería

Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai

Alma de arte en el centro.

Alma de arte en el centro.

Alma de arte en el centro.

Alma de arte en el centro.

Alma de arte en el centro.

Alma de arte en el centro.

  • La idea gustó a los propietarios del local de calle San Juan 18, pese a que recibieron ofertas tentadoras para otros negocios

"¡Por Dios, si todo son bares y restaurantes en el centro! ‘Málaga, la ciudad de los bares’, exclama de igual forma cómo bautiza una turista española que con su maleta se dispone a entrar en un apartamento turístico de la calle Comedias. Una afirmación más que evidente para una ciudad que tiene al pintor Pablo Picasso como reclamo cultural para visitantes nacionales e internacionales.

Y la prueba está en la sucesión de cambios de negocios en los locales del centro en los tres últimos años, con la aceptación casi irreversible del principio de ‘libertad de empresa’ que aplica el Consistorio de Francisco de la Torre.

Lo corroboran contenedores y cubas con escombros a las puertas de las antiguas zapaterías, ferreterías o incluso farmacias (como sucedió en la calle Puerta Nueva, donde una botica con su cruz verde acoge ahora dentro y fuera del local toneles para bebidas y tapas). Los vecinos del centro certifican que no se ha parado de cambiar la entraña urbana malagueña en el último lustro.

Sin embargo, Patricio de Gregorio, chileno con orígenes familiares italianos, llegó a la ciudad en agosto del año pasado, y en enero de este 2024 abrió la galería ‘Alma’, en la calle San Juan 18. Él decidió ir contracorriente.

“Soy un aficionado al arte y soñaba con un proyecto que me permitiera dar un giro a mi vida profesional como profesor de Comercio Internacional y Administración en las universidades de Chile y Los Lagos. Son dos ocupaciones, quizá, antagónicas, pero mi afición por el arte hizo que pudiera materializar este deseo de montar una galería”, explica.

Para ello viajó primero, a inicios de 2023, hasta Sitges (Barcelona) para abrirla allí, pero antes de hacerlo unos amigos curadores o captadores de artistas le aconsejaron que visitase Málaga, puesto que era una ciudad “en alza en donde estaban pasando cosas”. 

"DEBERÍAN ESTAR ABIERTAS 50 GALERÍAS"

Ser la cuna de Picasso, de Banderas, eran unos ingredientes atractivos de la capital de la Costa del Sol. Por ello, Patricio pensó que Málaga podría convertirse en un centro de atracción cultural internacional, como lo es Isla Negra (Chile) por su estancia durante años de Pablo Neruda.

“Vine y comprobé que era una ciudad tranquila, con seguridad, y que estaba progresando a una velocidad espectacular. Y me decidí por Málaga”, cuenta este profesor universitario chileno, al que, no obstante, sorprendió que en el centro “se abrieran con tanta celeridad bares y heladerías, y algunos cafés. Por el contrario, la actividad cultural, a través de las galerías, es apenas incipiente. En el centro de Málaga deberían estar abiertas por lo menos 50 galerías de arte, pero para eso es necesaria una organización y apoyo institucional desde el Ayuntamiento”, apostilla este gestor cultural, que ha sido también agregado comercial de su país en Los Ángeles (EE UU).

Pero la política municipal del emprendimiento no ha logrado favorecer que muchos de los locales de los comercios tradicionales que se cierran en el centro, y que son sucedidos por otros nuevos, se desvincule de la masiva apertura de negocios de hostería. Justo al lado del local de ‘Alma’ se mantuvo viva más de cien años la zapatería 'Calzados Hinojosa', y tras su cierre, en junio pasado, entró la piqueta.

“Buscar un local me costó muchísimo, pero tuve la suerte de contactar con unos propietarios que entendieron el proyecto cultural y aceptaron este tipo de negocio. Incluso sin trayectoria financiera, los dueños nos han ayudado a que nos instalemos de tal modo que hemos pasado de una tienda de la cadena de perfumerías Primor, que había antes en el local, a una galería de arte”, cuenta De Gregorio.

Una ‘comprensión arrendataria’ que dejó de lado aquellas ofertas de alquileres que superan, en algunos casos, los 4.000 euros mensuales para ubicaciones como este tipo de superficies.

“No estoy en contra de la política de bares, que lo determina la demanda, pero lo que tenía que hacer un Ayuntamiento como el de Málaga es crear más incentivos monetarios, tributarios o promocionales para los negocios culturales. Y a la Feria de Arco, por ejemplo, no deberían de ir los artistas individualmente, sino tendría que estar Málaga representada como ciudad cultural, cuna de Picasso. Pero es necesaria una organización institucional y grupal”, sostiene De Gregorio.

 BUSCADOR DE POTENCIALES CREADORES

Mientras prosigue la conversación, interrumpe una mujer, malagueña, de unos 65 años, para preguntarle sorprendida al ver este antiguo local con cuadros colgados en sus paredes frente a la emblemática iglesia de San Juan.

-“Perdone, tengo una nieta que pinta, tiene muchos lienzos, y quería saber, ¿dónde tiene que ir para exponer sus cuadros?”.

-“Dígale que me envié un email y lo vemos”, le aclara Patricio, sacando su vena de buscador de potenciales talentos creadores.

De Gregorio tiene claro que debería de existir una colaboración privado-institucional para favorecer que muchos de los locales del centro dieran otras alternativas culturales al turista, más allá de las gastronómicas y de ocio.

“Se debería de tener en cuenta el compromiso con la ciudad de los que llegan con proyectos nuevos, para mejorar y profundizar en la cultura”, dice el profesor universitario, que añade que en su prospección de mercado antes de que abriera el pasado enero llegó a contar solamente seis galerías en el centro (“porque bazares hay muchos”), frente al más de millar de restaurantes y bares.

Pero, ¿es negocio vender obras pictóricas?

Esta recién alumbrada galería expone autores malagueños como Paco Aguilar, o José Antonio Diazdel. Pero también se pueden ver obras de artistas chilenos, franceses y australianos.

“El arte es un negocio, pero además es una forma de conectarse con el alma de las personas. La gente cuando compra arte, la mayoría de las veces no lo hace pensando en que lo va a vender más caro años después, sino buscando su satisfacción interior”, explica el galerista, que calcula que el 90% de sus clientes son extranjeros. El resto son nacionales “a los que es difícil olvidar fallidas inversiones financieras internacionales” para gastar en arte. 
 
La conversación se interrumpe con la entrada a la galería de San Juan de un matrimonio alemán, sorprendido al ver lienzos en un local durante su paseo por el centro, en el que han esquivado terrazas y camareros que ofrecen constantemente las ofertas culinarias de sus restaurantes.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN