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28/04/2024  

Málaga

"Hemos pasado del doctor Google al doctor Chat GPT"

José Antonio Trujillo, vicepresidente segundo del Colegio de Médicos analiza el impacto de la Inteligencia Artificial en la Medicina

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  • En los estudios de 7 TV Andalucía. -
  • "Al final, la relación médico-paciente es el encuentro de dos personas, ¿bien? donde uno es la conciencia y el otro es la confianza"
  • "Al final un hombre es el que tiene que supervisarla y por eso es tan importante, sobre todo por temas de responsabilidad"

La Inteligencia Artificial ha venido para quedarse. Puede asustarnos más o menos, pero también hay que tener en cuenta que va a una velocidad en la que no podemos quedarnos atrás. Hoy la abordamos en profundidad dentro del campo de la medicina, que es al final, el de nuestra salud. Hablamos con el médico humanista José Antonio Trujillo, que ha organizado en el Colegio Médico de Málaga unas jornadas que ha abordado con expertos este asunto.

La inteligencia artificial está ya en todos ámbitos, y también en la medicina.

Sí, la inteligencia artificial, como bien dices, es un hecho. No es una promesa de valor de unos años, ni un futuro distópico, no, no, es una realidad hoy y que podemos vivirla, y sobre todo porque estamos inmersos en lo que los expertos llaman la cuarta revolución industrial de la humanidad. Inteligencia artificial, Chat GPT, son términos con los que tenemos que ir, haciéndonos, porque van a depender muchas cosas de ello. Al final es una inteligencia artificial que acumula datos y a partir de ahí da respuestas, ¿no?

En el campo de la medicina, ¿cómo influye?

Influye de una manera radical, y para que se entienda perfectamente, ha habido un cambio histórico en muy poco tiempo en nuestra sociedad, en sociedades occidentales como la nuestra, la española. Por un lado, nuestra vida digital ha crecido enormemente, de hecho, hasta los expertos dicen que lo que no es vida digital ni siquiera es vida, no es vida real, ¿no? Y por otro lado, ha sido con el COVID, ¿no?, tanto en el trabajo como en nuestras relaciones personales y profesionales hemos avanzado mucho. Y luego el año pasado tuvimos la realidad del chat GPT, donde nos hemos dado cuenta que sin antenas ni pinta de extraterrestre, a través de nuestra computadora, hay un tipo de tecnología como la inteligencia artificial, esta generativa de un chatbot que responde cosas muy inteligentes y muy inteligibles, ¿no? Eso ha significado un gran cambio. Y en medicina, cada vez más.

¿Por qué cuestiones?

Por dos asuntos: primero, porque la medicina se apoya mucho en pruebas complementarias que requieren tecnología muy potente, ¿no? Y luego, porque es un sector industrial productivo, de enorme trascendencia de dinero para las empresas tecnológicas que están invirtiendo millones y millones de inversión a a desarrollar aplicaciones que hagan la vida más fácil al paciente y al médico también.

¿Esto puede llevar a que introduzco los datos, los síntomas en el Chat y que me diga qué tengo y qué tengo que tomar?

Mira la evolución que ha habido. El otro día hablé con el Profesor, con el Dr. Emilio Alba, un oncólogo malagueño y referente internacional que viene trabajando con inteligencia artificial desde hace años dice “hemos pasado del doctor Google, que imagina que lamentablemente se tiene cáncer de próstata y le da a “cáncer de próstata” y sale una informacion genérica en Internet; pues ahora hemos pasado al doctor Chat GPT, uno pone su historia clínica, sus pruebas complementarias y puede pedir cuál es su pronóstico, cuál sería el mejor tratamiento y le dice detalladamente que la mejor línea de radioterapia sería esta, que la cirugía sería la mejor opción en su caso, o sea cosas súper individualizadas de cada uno y esa es una transformación que nos está haciendo poner patas arribas el sistema sanitario.

¿Dónde deja esto el factor humano?

Claro, es lo que tenemos transmitir: al final es tecnología de la que nos tenemos que valer de que la que al final un hombre es el que tiene que supervisarla y por eso es tan importante, sobre todo por temas de responsabilidad, es decir, uno puede pedir información en una plataforma como esa o en una aplicación de móvil, pero aquí nadie se hace responsable de que usted tome una decisión equivocada en materia de salud; pero si vengo con estos datos al médico y tomo una decisión en base a esta tecnología, soy el último responsable, así que ese tipo de responsabilidad siempre será necesaria. Ya sabes el dicho que tengo de que al final la inteligencia artificial o es humanista o no será, por que?, porque entonces se quedará no con inteligencia solo se quedará con artificial porque la inteligencia es sólo algo propio e indisoluble de lo humano;  no existe un ser más en la creación o cualquier máquina artificial que pueda tener las características  de inteligencias como somos los humanos.

No sé, pero tal vez se acabe quedando solo predicando en eal desierto defendiendo el humanismo en este campo...

No queda otra porque tú y yo compartiremos la reflexión de que tecnológicamente vamos por detrás; recientemente se ha anunciado aquí en la propia Málaga la apertura del centro de ciberseguridad de Google, se ha puesto en marcha el centro andaluz de ciberseguridad con una inversión millonaria, también necesitamos un centro de referencia internacional donde sólo seamos correa de transmisión de la parte tecnológica sino de la más relevante que nos toca a los ciudadanos en nuestras democracias occidentales, que es la crítica del modelo en el siguiente sentido en el que tenemos que regular un sector tan complejo,  tenemos que dar a los ciudadanos derechos digitales y también tenemos los profesionales que decir que hay que tener una ética también de la tecnología, donde no todo vale, donde una persona no es un paciente dato que alimenta una plataforma médica, que es una persona irreemplazable y que merece todas las atenciones, porque el humanismo no es otra cosa que poner el centro de atención en el hombre, en cualquier hombre y en todos los hombres y sobre todo, los más vulnerables.

Aquí estamos en el dilema de siempre no es la técnica, es el uso

Es el uso sin duda,  cuando me preguntan si la inteligencia artificial tiene étic, la inteligencia artificial no tiene ética; indudablemente, las máquinas no tienen ética, somos las personas con las que trabajamos con rectitud de intención por un bien para la sociedad u obramos como hacker por un mal para las sociedad. Ahí es donde está todo nuestro trabajo y donde tenemos que generar una conciencia crítica en todos los sectores, sector de la información con las noticias falsas, todo el tema de la posverdad y también en la parte médica, no, en decir tengan cuidado que tienen que haber profesionales que hagan suya la información que se da sobre determinados descubrimientos de la inteligencia artificial.

Yo les digo a veces a los pacientes: mire he leído esto, por qué no lo tienen en este hospital y lo digo siempre sobre la información de inteligencia artificial para ver si es real o no es un canto al sol tiene que haber un estudio científico que da datos y conclusiones sobre la tecnología que se dice y apoya quien defienda esa postura tiene que identificarse con nombre y apellido: el doctor José Antonio Trujillo dice que en base al estudio de la Universidad de Málaga sobre las lesiones que son melanocíticas que semejan un melanona ya hay una aplicación que tiene estos resultados y se puede beneficiar el paciente.   Fosfato que tiene esto, ok, esa información es buena, pero decir que será inteligencia artificial la que resuelva todos los cánceres de piel, es un brindis al sol.

A mí, lo que me llama la atención es que no nos hemos leído en la vida un prospecto de ninguna medicina y ahora sin embargo entramos, consultamos en internet y ya nos tragamos lo que nos dicen.

Y sabemos de todo. Imagínate, las aplicaciones y eso, uno a veces es un poco incauto y uno, vamos a ver, la promesa de valor de la tecnología es una promesa muy bonita y en uno entra en aplicaciones que han costado millones de dólares o de euros, le dan el uso gratuito y dice, que bien está;  o sea, una empresa ha invertido millones de dólares o de euros para regalarte a ti la tecnología, no lo ha hecho precisamente porque se quiere valer de tu información que es lo que alimenta al final a todo este tipo de tecnología. Pero aquí se da un caso que es muy importante en el tema de la medicina y la sanidad,  que uno comparte sus datos más íntimos y más relevantes de su vida, que pueden condicionar desde que te hagan un seguro a que te contraten en un sitio, a que te puedan hacer discriminación de alguna forma, por tanto son temas muy sensibles, muy relevantes, que no es como yo cuando veo en una plataforma digital una serie y le doy a me gusta y ya solo me salen de misterio por ejemplo, no es eso, es que una aplicación va a saber que uno ha tenido tal enfermedad o tiene tal enfermedad, que tuvo tres intentos de suicidi,o que en su familia hay unos hábitos no saludables ... y eso, si nosotros no somos capaces de regularlo bien puede caer en manos de la gente más indeseable del mundo y hacer valer esa información en contra de uno y ser motivo de discriminación de personas o incluso de comunidades, de hecho una de las cosas que más se la ha achacado inicialmente a ChaT GPT es que tiene sesgos con alguna minoría étnica y eso que son llamativos por decirlo de forma suave no, si son muy desconsiderados con esas personas.

La verdad que nos somos mucho de leer bien antes de darle a aceptar...

Nosotros no somos nativos digitales, y somos la generación puente pero nuestros hijos si son nativos digitales, siempre le digo a mi hijo como consejo a veces lo hace ono, que antes de dar a aceptar que apruebas todas las cosas y todos sus términos de uso que uno mire un mínimo de cosas pero no solemos.

Parece que es un poco que hay generaciones donde nos ha pillado y y tal vez estemos equivocados, pero tenemos que tomarnos nuestro tiempo. Si esto es así, cuando vamos al médico lo queremos es que se tome tiempo con nosotro, ¿porque ahora vamos tan de prisa?

Porque normalmente pasa una cosa, en nuestras sociedades tan avanzadas hay una hipermedicalización de todas las cosas, afortunadamente la gran mayoría de la sociedad no está enferma o sus enfermedades son cosas leves que le permiten desarrollar su vida con normalidad. Entonces todas esas personas si tienen un interés cierto en que todas sus dudas, todas esas preguntas que les vienen a la mente se resuelvan rápidamente; pero luego hay otra población que es la que está enferma de verdad que tiene un turmor, que se enfrenta a una situación crítica, difícil, donde no quieren que vaya uno tan corriendo, donde quieren el trato real y dándole tiempo a las cosas.

En todas las revoluciones industriales siempre, hay de hecho una filosofía de la ciencia donde uno valora no solo el incremento o el aporte de valor de lo tecnológico, sino que uno le da valor a cómo cambia la sociedad con esa tecnología; ahora tenemos que dedicarle tiempo, lo expertos deben dedicar tiempo a eso, ¿por qué?: se va a cambiar como lo conocemos el mundo laboral; muchos trabajos dicen que van a desaparecer, como desaparecieron cuando apareció la máquina de vapor, y tenemos que darle vueltas. Van a aparecer otros empleos que no conocíamos y que van a ser una oportunidad para crecer en este entorno tecnológico. Por eso necesitamos esa reflexión, y hay gente que sabe reflexionar sobre eso, pero tal vez no tienen el escaparate que tienen el que hace un código y se dedica a los algoritmos. Algoritmos va a ser, seguramente, una de las palabras del año. Y digo, menos algoritmos y mucha más ‘humanoritmos’ que esa es una expresión mía.

En este caso es más preocupante porque en una de las reuniones que habían realizado en el Colegio Médico se decía que la inteligencia artificial no avanza de forma progresiva, sino que lo hace a base de revoluciones, de forma exponencial, lo que lo hace más difícil.

De hecho, el profesor López Rubio, que fue el que hizo esta afirmación, me contaba: José Antonio, tenemos, la tecnología de la Inteligencia Ariticial empezó en el siglo XX, se fue desarrollando, pero no es que vaya aumentando poco a poco, progresivamente, sino que tiene unos saltos tremendos”. Y, ¿a qué sirven los saltos tremendos? A que haya una tecnología que lo haga posible. Ahora hay un microprocesador fabricado en Taiwán, y por lo que China y Estados Unidos se matan, donde, en un pelo de nuestro cabello, ni el tuyo ni el mío, sino el que tiene pelo (rie), cabe un microprocesador que fabrican en Taiwán y eso puede, en nanosegundos, revisar información, no sé si de 300 mil millones de datos.es decir, eso antes era impensable. Ya lo tenemos. No lo teníamos antes. Esto hace posible que sobre una llanura de desarrollo de inteligencia artificial haga ¡bling! Y ahora estamos ahí. Y eso, está permitiendo generar mil nuevos dispositivos, porque tenemos esa tecnología. Y eso es lo que asusta, eso es lo que realmente asusta.

Sí, también sabes que el próximo puede ser otro problema, como usted dice.

Aquí lo que dicen, lo que pasa es que no terminan de contarlo, que estas máquinas aprenden de lo que se llama aprendizaje profundo, deep learning, en inglés. Y dicen que antes necesitaban un supervisor, ¿no?, con un humano que estaba ahí pendiente. Pero ahora aprenden de sus propios errores y van evolucionando. Fíjate hasta qué nivel. Disponemos en España del examen MIR, que los médicos, cuando queremos ser especialistas tenemos que hacerlo para acceder a la especialidad. Son 250 preguntas. otro año hay 200, aproximadamente 200 preguntas que son tipo test con multirespuesta, copiado de una cosa que está en Estados Unidos, que sigue siendo el mismo. Para ser médico en los Estados Unidos, tienes que hacer, una vez finalizada la carrera y puedas ejercer, tienes que hacer ese examen. Tanto en Estados Unidos como aquí en España, se metió por primera vez, todas las preguntas y respuestas a Chat GPT: acertó todas sin haber aprendido previamente, sin haberlo entrenado, que cuando ganaron otros ordenadores ganaron a los campeones del mundo de ajedrez, tuvieron que ir aprendiendo, estos no fallaron ninguna respuesta, ¿por qué?, porque tienen una tecnología posible. ¿Eso significa que sustituye al médico o hace una prueba súper definitiva sobre el periodismo, sustituye al periodista? No, no lo reemplaza, pero cuidado que hay una tecnología que si no sabemos regularla y utilizarla con criterio, especialmente con criterios éticos, puede dar hijos como el de Saturno, bestias, ¿no? Tecnológicas,

Ha hecho una alusión a esa palabra, ética, que es básico en todo. 

Claro, al final, tenemos la suerte, los hombres, de gozar de dignidad, ¿no? Por nacer, se goza de dignidad. Y luego, la libertad, que es uno de los grandes... Y luego, cuando vives en sociedad, tienes la oportunidad de hacer dos cosas ser justo, es decir, darle a cada uno lo que es suyo, y tres, ser bueno. Y ahí es donde entra la ética, ¿no? Uno puede ser bueno porque entiende que ser bueno no sólo lo hace mejor, sino que hace una sociedad mejor, pero desafortunadamente, también la maldad es una elección de muchas personas y donde cree que haciendo el mal la sociedad, sin duda, la desvertebra, pero cree que consigue algunos beneficios que cuando pasa el tiempo, uno se da cuenta de que la maldad solo empequeñece a las personas. Pero la ética es clave. Y tenemos que poner, tal como hubo en un momento determinado cuando hubo unos descubrimientos extraordinarios  de la genética; recuerda cuando se clonó la oveja Dolly, pensamos que iban a haber a los pocos años hombres clonados, ¿verdad? Afortunadamente, hubo un desarrollo de una bioética que hizo posible laboratorio clonara personas…

Excepto en las películas…

Claro, excepto en los futuros estos distópicos, ¿no? Pues aquí tenemos que poner también a las personas que tienen una gran formación ética y tecnológica a que piensen en que tenemos que desarrolla, no sé cómo se llamará, tecno-ética o si ya se sabe el concepto, pero decir si ponemos al uso del bien de la sociedad, de las persona, tecnología o la usamos para mal y dar criterio para decir si es un beneficio solo tuyo personal y un perjuicio para los pacientes, no puedes usar esa tecnología.

Con lo bonito que es, como dijo Machado, estar “en el buen sentido de la palabra bueno”.

Por supuesto. Ya digo, uno nace libre y digno y uno puede elegir en su vida con sus actos ser justo y bueno.

A mí, me surge una pregunta práctica, porque la gente busca respuestas y ahora tenemos la sanidad pública saturada, ¿no? Que tal vez sea un cultivo para que el paciente no haga lo que debe o quiere tirare por la calle de en medio, como se suele decir.

Estamos en una sociedad donde queremos respuestas rápidas a problemas acuciantes y cuando se anquilosan las instituciones que tiene que dar una respuesta a eso se buscan cortocircuitos. Eso ha pasado en la información, es decir, tener información de buena calidad que honra la verdad de los hechos, eso no se hace en cinco minutos poniendo en Chat GPT quiero que me hagas una información sobre las desaladoras ahora que hay sequía ¿no? Eso requiere un trabajo mucho más riguroso, ¿no? En medicina también. Cuando no somos capaces de dar respuestas desde las instituciones que tenemos que dar las respuestas más rápidas que queremos, uno busca cortocircuitos y ahora inteligencia artificial, de hecho ya están llegando pacientes cuando empezaron a llegar cuando salió internet, diciéndote, oye, tengo esta aplicación y me dice que no estás haciendo las revisiones como me dices o que la prueba me dijiste que en tres meses tendría que hacerlo dentro de 15 días ¿no?  Bien, ahí está el criterio médico, la experiencia médica de conjugar la limitación de los recursos que uno tiene, uno no tiene todo lo que quiere, con el buen juicio de poder dar una respuesta lo antes posible a un paciente, ¿verdad? Y es una tentación que cada vez tienen más pacientes.

Usted coordina unas jorndas den el Colegio Médico sobre Medicina e Inteligencia Artificial, ¿qué las motiva?

En el Colegio Médico somos sensibles a qué está pasando en nuestro entorno y una línea estratégica de esta junta directiva es reflexionar y traer a los mayores expertos para hablar de inteligencia artificial, porque el médico que está trabajando ahora en el día a día puede cometer el error de decir, bueno esto a mi ya no me tocará, el que venga, que arre, ¿no? No, no, no es así. Tenemos la obligación de saber por dónde van las cosas y qué escenario y qué contexto se van a aplicar determinadas tecnologías.

Hemos hecho un ciclo de diálogos que he tenido la suerte de coordinar, colaborando con la Fundación Unicaja, donde hemos traído a cuatro súper expertos que son catedráticos de Inteligencia Artificial aquí en Málaga, que son los que han puesto en marcha proyectos muy interesantes tanto en la facultad como en el nuevo grado este que que se ha puesto aquí en Málaga este año de la inteligencia artificial y ciberseguridad y donde reflexionan sobre este tipo de cosas, pero no sólo técnicamente, sino también desde el lado humanista, poner al hombre en el centro de la atención. Y una de las cosas que encontramos es que, afortunadamente esto es una realidad, pero no tenemos que creer todo lo que nos están diciendo si no hay evidencia científica detrás para sostenerlo. Y sin duda, aunque vamos por detrás de la tecnología, tenemos tiempo para poder ayudar regular el uso de la misma. Y en eso estamos. Seguiremos el año que viene. Donde va a  haber más reuniones donde vamos a sentar a todos los que saben de esto, para que, de alguna manera, también podemos responder a las demandas de la sociedad.

Y recordar que el Chat GPT no te puede mirar a los ojos...

Por suerte no, todavía no han sacado una manita ni nada así ¿no? Mira, las tecnologías siempre piensan en redes neuronales, sobre cosas así, pero la cara, las manos, el corazón, eso nunca lo cambia. Y yo que estoy en el día a día con los pacientes, he venido aquí ahora para atenderte después de ver pacientes, un hombre, al final, la relación médico-paciente es el encuentro de dos personas, ¿bien? donde uno es la conciencia y el otro es la confianza, la conciencia del trabajo que el médico tiene que hacer y la confianza del que está enfermo y decir, en sus manos me pongo, ayúdeme, ¿verdad?

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