Man Ray es un imprescindible del arte de la imagen, no es de extrañar que Lourdes Moreno, directora artística del Museo Carmen Thyssen Málaga lo haya definido como “único” durante la presentación de la muestra Fotografías Selectas que desde este martes día 30 y hasta el 21 de abril se puede contemplar en la Sala Noble del espacio cultural de la capital.
“Vanguardista, intenso y directo, como Picasso”, es el símil usado por Moreno que, como Pierre-Yves Butzbach y Robert Rocca, comisarios de la muestra, han insistido en su adscripción a las vanguardias, como el surrealismo.
No en balde se trata de un personaje icónico que convoca un gran interés y del que se pueden contemplar más de sesenta piezas firmadas como Man Ray, el pseudónimo de Emmanuel Radnitzky (Filadelfia, 1890 – París, 1976)- de obras procedentes de una colección privada francesa, que se estructura principalmente en tres temáticas: el desnudo, el retrato y los personales rayogramas, esto es, fotografías realizadas sin cámara que se obtienen colocando objetos sobre el papel fotosensible y exponiéndolos a la luz durante unos segundos.
Estos rayogramas son la faceta más experimental de Man Ray. Con ellos, otorga importancia a objetos cotidianos y sin aparente valor para que ofrezcan un aspecto inédito y confuso. La exposición presenta ocho de estos rayogramas, agrupados en su mayoría originalmente por el artista en el álbum Champs délicieux (1922).
Los desnudos y la captación del cuerpo humano son aspectos en los que Man Ray sobresalió. Encuadres, juegos de luces y otros recursos ayudan a presentar unos trabajos fotográficos que preconizan el surrealismo.
En la exposición, esta sección se nutre principalmente de desnudos femeninos, para los que posaron amigas, amantes y musas del artista, como Kiki de Montparnasse, protagonista de la célebre fotografía ‘El violín de Ingres’, presente en la muestra. Por su parte, el retrato y la fotografía de moda también otorgarán un reseñable renombre a Man Ray.
Personajes célebres del París de los años veinte y treinta -entre los que se encuentran artistas coetáneos españoles como Miró, Dalí, Buñuel, Juan Gris o Picasso-, aparecen en sus trabajos fotográficos dotados de una sobriedad y maestría que le reportó gran prestigio.
Esta última sección incluye, asimismo, una vitrina con trece retratos y autorretratos del propio Man Ray en los que el artista aparece mayoritariamente en actitud desenfadada y burlona, y que aportan un contrapunto oportuno a la propuesta expositiva.