Fuentes policiales indicaron a Efe que los fallecidos, de 43 y 37 años y residentes en Santander, tenían alquilada la habitación en la que fueron localizados y sus cuerpos fueron encontrados por la persona responsable del piso, que acudió porque no lo habían desocupado en el plazo previsto.
La Policía acudió al lugar de los hechos y levantó los cadáveres, que no presentaban signos externos de violencia, y el resultado de la autopsia confirmó que la muerte se produjo por inhalación del monóxido de carbono del brasero.