El colíder de Primer lleva por nombre Sevilla FC. Milagroso partido que resolvió en los últimos cinco minutos tras ponerse por delante un Villarreal que plantó un notable partido en Nervión.
Saltaría el Sevilla al tapiz de Nervión con la principal novedad en la punta de lanza. En esta ocasión, Emery dispuso del francés Kevin Gameiro para acompañar en el ataque a Carlos Bacca, mientras que a Denis Suárez lo situó en el flanco izquierdo en detrimento de Aleix Vidal.
Tras guardarse un respetuoso minuto de silencio por José María del Nido Borrego, padre de José María del Nido Benavente, arrancó un duelo, a priori, apasionante. Y comenzaría mejor un Villarreal que mimaba cada posesión, con criterio y olfato ofensivo. La tuvo primero el conjunto amarillo y en las botas del exsevillista Cheryshev, que se asomó por el balcón del área del Beto en el minuto 7 aunque su chut se marchó alto.
Algo desconectados los nervionenses, intentaban enchufarse a base de arreones sin ningún tipo de peligro para el meta Asenjo. No empezó como acostumbra el conjunto de Emery, que parecía estar más pendiente del rival que de sí mismo. Así la tuvo Bruno para los amarillos, tras una buena triangulación entre Cheryshev y Giovani, pero el mediocampista la envió arriba por escasos centímetros.
No obstanste, avisó el Sevilla en el 20 como más le gusta, a balón parado. Aunque en esta ocasión la acción la protagonizaría Deulofeu que rozó el gol olímpico pero que el palo la repelió. Y siguió el catalán tirando del carro. Sólo tres minutos más tardes dio un pase sensacional entrelíneas a Coke pero Asenjo respondió al disparo cruzado.
Mejor el Sevilla con el discurrir del encuentro, que comenzó a hacerse con el control del cuero en la parcela ancha. Aunque nuevamente apareció el Villarreal para poner el susto en la grada en un disparo de Giovani desde la frontal. Beto la atajó. Y de nuevo los rojiblancos, arropados por el calor de los suyos, la tuvieron. Esta vez Denis, con la colaboración de un defensor, apunto estuvo de hacer el primero pasada la media hora, pero el esférico se fue lamiendo la cepa del palo.
Intensidad, fuerza, ganas, pero poco acierto. Así caminaba el encuentro hasta que apareció la pierna salvadora de Beto casi sobre la campana para evitar el primero de los visitantes en un rechace que dejó a Uche prácticamente de gol. Por fortuna, el empate siguió reinando en el luminoso tras el pitido arbitral que señalaba el túnel de vestuarios.
En la reanudación del choque imprecisiones y más imprecisiones. Poco mordiente y escasas ideas. Hasta el colegiado en un par de acciones sospechosas de tarjetas se convirtió en el protagonista de los primeros minutos ante la rocosidad del partido. Eso sí, Bacca no estaba y eso lógicamente resta y mucho.
Y a Dios gracias porque en el 55 Uche se plantó solo ante Beto y erró en la oportunidad más clara de los castellonenses hasta ese momento. Malos minutos de un Sevilla extremadamente espeso en todas las líneas del campo. Sólo Krychowiak era capaz de soportar la gran losa de los suyos cuando peor estaban.
La rozaría el equipo de Emery a falta de un cuarto de hora tras una gran internada de Aleix Vidal, que sirvió un muy buen pase al que no llegó Denis porque un defensor se anticipó en el último instante. Pero el que golpeó fue el Villarreal. Corría el minuto 79 cuando un sensacional pase del recién incorporado Cani la aprovechó el argentino Vietto para adelantar a los amarillos.
Pero el Sevilla no se rindió y la buscó hasta encontrarla. Así, a falta de dos minutos, Coke la puso en el punto de penalti y allí, donde se cuecen las habas, apareció Denis para poner la igualada sobre la campana. Pero no acabó ahí la historia de un choque trepidante. En el tiempo de descuento, Tremoulinas fue el más listo de la clase para provocar un penalti que dio el triunfo con el gol de Bacca. He aquí el milagroso colíder.
Emery: “Ya lo dice el himno: nunca se rinde”
El preparador vasco, satisfecho y algo eufórico tras la remontada ante el Villarreal, comparecía en sala de prensa donde señaló que “hay que vivir el momento. Ha sido un partido con muchas complejidades, ante un rival de empaque. Ya lo dice el himno: dicen que nunca se rinde... Pero la euforia no nos puede durar más de doce horas”.
Marcelino: “Fuimos superiores durante 88 minutos”
Tremendo enfado del técnico cántabro tras el enfrentamiento que tuvo contra la afición tras un duelo en el que fueron “superiores”. “Otra vez nos quedamos cerca de sumar ante un grande”. Sobre los insultos señaló que “no entiendo lo que ha pasado tras el partido con la afición y por eso no tengo explicación. Pero mi madre no es puta”, dijo.
