Día grande para el Unicaja Málaga el de este viernes 6 de octubre. Tras cinco meses de intenso trabajo, constantes esfuerzos y algún que otro quebradero de cabeza, la Peña Infierno Verde se ha inaugurado de forma oficial en la calle Miguel Ángel, de la barriada de La Luz.
Pese a que ya estaba siendo utilizada para ver partidos desde que empezó la temporada (al duelo intersemanal ante Casademont Zaragoza acudieron más de 50 socios), ha sido ahora cuando se le ha otorgado carácter oficial de Peña del Unicaja Baloncesto.
El evento arrancó sobre las 19:30 de la tarde, con decenas de personas por los alrededores, así como algún que otro vecino curioso asomado a su terraza. La sorpresa para muchos llegó cuando se dejaron ver por allí el presidente del club, Antonio Jesús López Nieto, junto al embajador y leyenda cajista, Carlos Cabezas. También acudieron los Mihitas con sus correspondientes cornetas y tambores para dar color con su música.
Ambos atendieron a todos los presentes, se fotografiaron con ellos y mantuvieron alguna que otra interesante conversación. Posteriormente, llegó el momento de mostrar la placa de tan señalada fecha y cortar las cintas verde y morada que se dispusieron como manda el protocolo. Resaltar que un humilde servidor se llevó un pedazo de esas cintas y los guarda desde ya como un tesoro.
Ellos, junto a Fran Peinado, el presidente de la peña, dedicaron unas palabras a los presentes. Concretamente, López Nieto alentó a "que esta sea la primera de muchas" y argumentó: "Los 10.000 abonados son igual de importantes, todos. Sin embargo, iniciativas como esta son fundamentales para ser ejemplo y fomentar los valores del club".
El local, por dentro, es una oda constante al cajismo. Un espacio pequeño, muy bien aprovechado, que conserva en cada pared un pedacito de historia. La mayoría, piezas donadas por los propios socios, desde pósteres hasta camisetas firmadas. Desde ayer, cuenta también con una de esta temporada, firmada por toda la plantilla y con una pequeña placa conmemorativa.
Son ya más de 80 los socios que pagan su cuota mensual y acuden a un sitio que ya es lugar de culto del Unicaja Málaga. La previsión es que sean muchos más. Incluso algunos peñistas, en un ambiente ya distendido, auguran que se quedará pequeño más pronto que tarde y que habrá que mudarse a otro lado.
Todavía están preparando muchos proyecto que en un futuro verán la luz: viajes, merchandising o eventos con el club son solo algunos de ellos. Los amigos de Infierno Verde ya son una bonita realidad de una institución que vive un presente apasionante y a la que le aguarda un futuro prometedor.
